La detención y registro de la casa de Antonio Becerril, instada por la Brigada de Blanqueo de la Policía, por supuesto cohecho y blanqueo de capitales da un nuevo giro a su imputación en 2009 por tráfico de influencias y revelación de secretos, cuando era teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza por el PSOE. El alcalde, Juan Alberto Belloch, lo cesó entonces y el partido lo suspendió de militancia. Pero, a la vista de los acontecimientos, alguien se equivocó al nombrarle coordinador del Grupo Municipal Socialista en la presente legislatura. Ayer, tras comparecer en Jefatura, Becerril comunicó al grupo socialista su intención de abandonar el puesto, que será efectiva hoy. Era la mejor y casi la única decisión posible ante la sorpresa que ha causado que este caso, que algunos consideraban cerca del archivo, se reactive en plena campaña.