No se denigra al difunto Fraga por decir de él que durante su larga vida política representó el enlace entre la dictadura franquista y una democracia controlada, que nunca renunció a su pasado de fascista ejerciente y que su función durante la Transición fue la de resistirse a profundizar en los derechos individuales y colectivos. Por eso su fallecimiento ha dado paso a una curiosa rehabilitación retrospectiva del anterior régimen, coincidente con la anulación ipso facto de las tímidas iniciativas a favor de la Memoria Histórica.

La italiana Rosana Rossanda, señalada intelectual y política marxista, profetizó en los años 60 que en nuestro país podría darse una situación inédita: los mismos grupos sociales que habían traído a sangre y fuego el fascismo propiciarían una evolución hacia formas democráticas usando al entonces príncipe Juan Carlos como mascarón de proa. En ello anduvo, renuente, Manuel Fraga, cuya relación con la ejecución-asesinato de Grimau, la masacre de Vitoria o el incidente de Montejurra le condujo finalmente a propiciar la normalización política de la extrema derecha española. O sea, que si Fraga fue padre de la Constitución, Franco debió ser abuelo de la misma.

Hoy se presenta en Zaragoza el libro Peligrosos demócratas, del historiador Alberto Sabio, basado en los informes de la Brigada Político-social sobre la clandestinidad antifranquista. Y uno se pregunta si aquella actitud de los subversivos en el largo periodo 39-79 no sigue siendo inconveniente y peligrosa hoy, cuando la amnesia forzada está dando paso a una constante y desvergonzada reivindicación de la dictadura.

Eso sí, en la actualidad todo tiene (de momento) un cierto aire de astrakanada. Fíjense, por ejemplo, en que el Gobierno de Rajoy ha anunciado que castigará penalmente el incumplimiento presupuestario por parte de los responsables de las instituciones públicas. Bueno, pues la correspondiente pieza legal que así lo imponga habrá de ser elaborada por el Ministerio de Justicia, cuyo titular es Alberto Ruiz Gallardón, discípulo de Fraga y exalcalde del ayuntamiento español más endudado y más proclive durante años a incumplir sus presupuestos. La risión.