Las casi 1.500 plazas que la DGA se comprometió a sacar a concurso en la oferta sanitaria de empleo público y que no han sido recogidas todavía en la convocatoria han movido a la mayoría de los sindicatos a fijar ya una fecha de huelga: el 23 de enero. Es el aviso de que si no se convocan esas plazas las movilizaciones se irán incrementando. El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, confía en que una tramitación extraordinaria del proceso permita que las plazas se convoquen en lo que queda de año. Más vale que se acompasen los tiempos y se resuelva el conflicto porque la sanidad no está para aguantar movilizaciones que repercutirían, sin duda, sobre los pacientes de unos servicios que ya sufren tensión.