La propuesta de IU de abrir al público los jardines del Pignatelli, situados en la parte de detrás del edificio sede del Gobierno de Aragón en Zaragoza no es ninguna mala idea. Es un hecho que, aunque el entorno ha ganado en los últimos tiempos pequeñas zonas verdes, no hay mucho terreno para que los vecinos puedan disfrutar y esos jardines del Ejecutivo ahora están infrautilizados. Podría hacerse como en muchas otras ciudades españolas y europeas, que solo cuando los acontecimientos lo requieran se cierren. Los jardines del Palacio de la Aljafería están abiertos. Y no pasa nada.