El que fuera secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pasó ayer por Zaragoza y comió en el edifico Pignatelli. El exlíder acudió al País Vasco al funeral del histórico socialista José María Benegas y a su regreso quedó con su amigo Javier Lambán. El presidente del Gobierno aragonés le invitó a comer en la sede del Ejecutivo en la capital aragonesa donde conversaron, seguramente, de la actualidad nacional y del futuro electoral inmediato de su sucesor en Ferraz, Pedro Sánchez.