El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, no cedió a los argumentos de la oposición y mantuvo su decisión unilateral de cambiar el nombre al pabellón Príncipe Felipe para concedérselo al exentrenador del CAI Zaragoza José Luis Abós Además de abrir una polémica acerca del respeto institucional, la decisión provoca una quiebra con el resto de los grupos municipales. La oposición considera que no se puede aplicar una política de hechos consumados ni sonsacar el sentido del voto en las juntas de portavoces para decidir unilateralmente en caso de que no se presuman los apoyos necesarios. En un escenario de gran atomización política y con un gobierno en minoría, comenzar así la legislatura es desalentador. Sobre todo cuando durante los cuatro años habrán de tomarse medidas realmente decisivas para Zaragoza.