La escasez en este maravilloso país no es producida por este gobierno, ni por ningún gobierno de antes ni de los que vendrán después. Es producida por una industria capitalista, burguesa, manipuladora en sus precios y ganancias, empecinada en tumbar este gobierno legítimamente elegido con los métodos electorales reconocidos en el mundo entero (...). Porque es una dictadura financiera la que vivimos, es un golpe industrial que sostenidamente no produce suficiente porque no quiere". ¿Quién escribe estas líneas? ¿El gobierno de Maduro? ¿Su partido?. No. Lo firman las Hermanas del Sagrado Corazón en Venezuela, el pasado 17 de Mayo. Se puede leer el texto completo en el siguiente enlace: http://ctxt.es/es/20160601

/Politica/6388/Venezuela-Hermanas-del-Sagrado-Coraz%C3%B3n-escasez-de-alimentos.htm.

EN EL MENCIONADO texto, las monjas corazonistas hacen mención a la política de desestabilización que las elites venezolanas, como brazo ejecutor de los intereses norteamericanos, están llevando a cabo en el país. Se trata de provocar una situación de caos generalizado que genere descontento popular y allane el camino a las fuerzas contrarias a la revolución bolivariana. Esta estrategia se conoce como "guerra de cuarta generación" y evita la utilización de la fuerza militar, haciendo recaer todo el peso en la manipulación mediática y el caos social. Todo está detallado en un documento del Comando Sur de la Armada de EE.UU., en el que se apuesta por acabar con el Gobierno venezolano antes del fin del verano y en el que puede leerse: "Bajo un enfoque de "cerco y asfixia", también hemos acordado con los socios más cercanos de la MUD, utilizar la Asamblea Nacional como tenaza para obstruir la gobernanza: convocar eventos y movilizaciones, interpelar a los gobernantes, negar créditos, derogar leyes" (http://www.voltairenet.org/article191879.html).

ESA CAMPAÑA de acoso y descrédito viene produciéndose desde hace años y pretende presentar a Venezuela como una tiranía en la que no se respetan los derechos humanos y la democracia ha sido aniquilada. Con respecto a la situación de los derechos humanos en Venezuela, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas acaba de emitir un informe sobre Venezuela en el que niega que se produzcan violaciones de los mismos. Al mismo tiempo, ha emitido un informe sobre España en el que denuncia la violación de dichos derechos en nuestro país como consecuencia de la Ley Mordaza, de la brutalidad en el trato a emigrantes y varias cuestiones más (http://acnudh.org/2015/07/comite-de-derechos-humanos-de-la-onu-difundio-informe-sobre-venezuela/).

Por lo que respecta a la acusación a Venezuela de ser una dictadura, conculcar los derechos políticos y la libertad de expresión, es algo difícilmente defendible si atendemos a los hechos. Por un lado, Venezuela ha realizado múltiples procesos electorales que siempre han sido refrendados por organismos internacionales. Por otro, la imagen de Albert Rivera rodeado de medios de comunicación a su llegada al país, así como su intervención en la Asamblea Nacional, desdicen la propaganda del propio señor Rivera, de sus amigos del PP o del directivo de Gas Natural Felipe González.

¿Alguien conoce alguna dictadura en la que se permita a un político extranjero acudir al país a denunciar a su gobierno, hablar en su cámara política y dirigirse a los medios de comunicación para pedir que el máximo dirigente del país sea destituido? En este país, que sabemos lo que es una dictadura, esa forma de gobierno que a Rivera le parece ordenada y pacífica, se nos hace difícil imaginar una situación semejante.

TODAS LAS revoluciones de la historia han sufrido el acoso de las fuerzas reaccionarias. Desde la francesa del XVIII hasta la rusa del XX, pasando por nuestra revolución liberal del XIX, sofocada por la intervención de los Cien mil hijos de San Luis. Nada diferente está pasando en Venezuela. A ello hay que añadir la larguísima tradición de intervenciones norteamericanas para apoyar golpes de estado favorables a sus intereses: Nicaragua, Argentina, Chile. Es difícil encontrar un país donde los intereses norteamericanos no hayan promovido golpes de estado.

Venezuela está sometida de manera constante a intentonas golpistas, algunas de ellas encabezadas por Leopoldo López. Por desgracia, en nuestro país hay quienes han decidido utilizar a Venezuela como argumento electoral. No es que les interesen los derechos humanos, es que, como la élite venezolana, también temen perder sus privilegios, tal como sucedió, vía electoral, en Venezuela. Por ello, seguiremos escuchando falsedades por parte de los cínicos guardianes del sistema. Menos mal que nos quedan las monjitas del Sagrado Corazón.

Profesor de Filosofía. Universidad de Zaragoza