La sequía en la provincia de Huesca puede suponer que, en algunos cultivos, ni siquiera la llegada de lluvias pudiera salvar la cosecha, según la organización Asaja. La situación genera la petición de zona catastrófica, en especial para la zona sur de la provincia ya que podría tener una repercusión en la pérdida de empleos directos y, colateralmente, entre 4.000 y 6.000 indirectos que afectarán al sector de la agroindustria, uno de los más importantes del territorio tras el del metal. Y es que el défitit hídrico está alcanzando niveles que no se registraban en décadas.