Nunca una siesta fue tan comentada como la que se echaron algunos delegados de La Ribagorza que asistieron al congreso de los socialistas aragoneses, celebrado el fin de semana en Zaragoza. Lo que no hubiera pasado de simple chanza se convirtió en un problema ya que el sueño les venció durante el discurso del nuevo líder socialista, lo que no sentó nada bien a un sector del partido. Tanto fue así, que los pillados optaron ayer por no acudir a la clausura.