Las obras de arte del monasterio de Sijena no se podrán visitar en los días más emblemáticos de la Semana Santa, desde el 29 de marzo al 1 de abril, para no interferir en la actividad religiosa de las monjas que lo habitan. Si ayuntamiento y DGA ya insisten en la ampliación de los horarios habituales, escasos, esta decisión no hace sino poner el foco en la necesidad de adecuar la oferta museística a la demanda de una sociedad que se ha volcado para que sea posible la exhibición de unas obras que tanto costó y cuesta traer. Seguro que se pueden compaginar horarios para que en fechas tan significativas --y turísticas-- los visitantes puedan acceder y las monjas atender a sus actos religiosos, que no los hacen en el museo.