El saneamiento de las cuentas de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad debería convertirse en la prioridad número uno del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza, e incluso para su principal patrono, el Ministerio de Fomento. La deuda que lastra la sociedad es enjugada con los presupuestos públicos, por lo que hay que saludar como una excelente noticia que salgan a la venta en condiciones más atractivas dos parcelas junto a la estación con las que se pretende recaudar 43 millones. El éxito de esta operación es esencial para el erario.