Todos tenemos un pasado profesional. También los consejeros. El del titular de Obras Públicas de la DGA, Rafael Fernández de Alarcón, es extenso, adecuado a su edad y titulación. Su último destino antes de ser llamado por Luisa Fernanda Rudi fue el de consejero delegado de TUZSA, concesionaria de los transportes de Zaragoza y miembro del consorcio empresarial concesionario de los tranvías de la ciudad. Desde esa condición sorprende la firmeza con la que ha manifestado que su departamento no dará un euro al proyecto tranviario en el 2012, con el argumento de que el ayuntamiento de la ciudad ha incumplido con unos formalismos. Por más que el tranvía sea una materia de su competencia, cualquier decisión, en uno u otro sentido, que adopte el consejero respecto de esta obra despertará razonables suspicacias.