Unos buscan en Twitter los bárbaros desahogos previos de la competencia, y esta, a su vez, examina ordenadores y destructoras de documentos intentando hallar algún rastro de las sinvergonzonerías municipales de aquellos. España es un país con muchos problemas, en una Europa que se derrumba aferrada al clavo ardiendo del conservadurismo y un mundo que corre hacia no se sabe dónde, a veces impulsado por la euforia y a veces por el pánico. Pero llevamos semanas observando con obsesión lo más próximo. Sea protagonista el PP (cimarrón o civilizado), C's (en cualquiera de sus versiones), el PSOE felípico-susanesco, el PSOE que se arrima al populismo, el Podemos original, los demás Podemos o las variadas izquierdas, el drama que se nos ofrece es muy local. Lo vemos como a través de unos prismáticos vueltos del revés: todo pequeño, enano... diminuto.

Hay que mirar y pensar en otras proporciones. En estos mismos instantes, el futuro de la regeneración española se juega en el gran estadio europeo, donde los partidarios de la ortodoxia financiera tienen a su favor el terreno, los árbitros, el reglamento y hasta el balón, que va cargado. Su objetivo táctico es desmontar la Grecia de Syriza. El pueblo heleno y el Ejecutivo que preside Tsipras están exigiendo cambios en el defectuoso programa de intervención, que obliga al desdichado país a obtener un imposible superávit primario a cambio de dejarse las tripas en el empeño. Pero los líderes políticos de la eurozona, incapaces de ver más allá de sus miserables intereses, se niegan a cualquier arreglo razonable. Ellos montan hoy los caballos del Apocalipsis, determinados a destrozar otra vez la economía continental (que apenas marcha a trancas y barrancas) antes que ceder un milímetro ante unas razones que consideran extrasistema (la conclusión es mía; el análisis, del premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz).

Comprenderán que para afrontar este panorama (y aún sigue ahí, flotando sobre nosotros, el famoso TTIP) harán falta algo más que tuits, detalles rebeldes y un confuso catálogo de vagas ideas bienintencionadas.