--¿Cómo han pasado estos días tras lo sucedido en Palamós?

--Todos esperábamos disputar los playoffs y fue un palo duro no poder jugarlos. Creo que no tuvimos la tensión necesaria. Pensábamos más en el partido del jueves, en el primero de la promoción, que en lo que nos jugábamos en Palamós.

--¿Relajación?

--No hablaría de eso, pero es que lo teníamos casi hecho y nadie pensaba que el partido se iba a dar así. Es que todas las circunstancias negativas que se podían dar se nos dieron: el gol pronto, otro en un saque de banda, los nervios fueron cada vez a más y la empanada de todo el equipo, también. Además, el Llagostera llegó siete veces y marcó seis. La mala suerte que no tuvimos en muchos partidos nos la encontramos en este.

--¿Ha hablado con compañeros estos días para explicarse más en frío lo sucedido?

--Sí, con varios. Y todos tenemos la misma versión. A lo mejor no supimos llegar al partido con la intensidad requerida. Todos estamos jodidos, no han sido días fáciles para nadie, porque nos veíamos esta semana jugando dos partidos muy importantes y nos quedamos fuera.

--¿Había vivido algo así antes, un día tan duro?

--Bufff... No sé. Hacía mucho tiempo que no me pasaba una cosa así, que no sentía tanta decepción. Todos los jugadores éramos conscientes de lo que habíamos hecho, de que la habíamos liado gorda. Pero ya no se puede hacer nada, lo único que se debe hacer es pedirle perdón a la afición las veces que haga falta.

--¿Qué le parecen los comentarios de que pudo haber factores externos, primas o apuestas, para que sucediera esa goleada?

--El que piense en eso, en primas y en que nos dejamos llevar, es que no tiene ni idea de fútbol. Es que más que nos jugábamos nosotros no lo hacía nadie. Aunque solo fuera por, como nos dicen por ahí, ser unos mercenarios, aunque solo fuera por eso, seríamos los primeros interesados en subir, porque todo el mundo iba a ganar más dinero en Primera, siguiera o no en el Zaragoza. Pensar en eso es una absoluta tontería, ningún jugador se vendería en un partido como ese. Quiero pensar que en ningún partido en general, pero aún más si cabe en un encuentro con tanto en juego. ¿Cómo vas a tirar todo el trabajo de un año por dejarte perder? Es que no tiene ningún sentido.

--Juliá dijo el miércoles que quizás había que pedir a los jugadores que explicaran lo que pasó.

--Porque los que estábamos en el campo éramos nosotros. Mi situación era distinta al resto, porque llevaba casi toda la temporada sin jugar por la lesión y las ganas que tenía eran increíbles.Pero ningún compañero iba a querer perder en un partido así. Por ejemplo, los que estábamos del año pasado nos quedamos a siete minutos de subir y teníamos esa espina muy clavada. Es imposible que ningún compañero se dejara llevar. Insisto, imposible.

--¿Qué balance hace de su segunda temporada de cesión? Muy marcada por su grave lesión de rodilla, claro.

--Sí, la lesión me ha jodido toda la temporada, eso está claro. He podido llegar al final, trabajando muy duro, y hubiera sido la hostia jugar esos playoffs y haber acabado el año de la mejor manera, subiendo.

--Ese ascenso era la única manera de que el balance grupal fuera bueno.

--Es que el Zaragoza es el equipo más grande que hay en Segunda y solo puede luchar por estar en Primera. Está claro que no hemos cumplido. Yo tenía la impresión de que este año íbamos a ascender, por cómo llegaba el equipo al playoff, por cómo estábamos. Veía al Zaragoza bien, por mucho que el partido en Palamós marcara y se quedara esa mala impresión.

--Tiene un año más en Udinese. ¿Por dónde pasa su futuro?

--Tengo mi contrato allí y a ver qué deciden, pero, si por mí fuera, yo volvería al Zaragoza. Lo tengo clarísimo. El verano pasado ya quise seguir, solo contemplé esa opción y no tuve ninguna duda. Y este año aún tengo menos dudas.

--Su primera idea es...

--Mi intención es rescindir en Udinese. Hablaré con ellos y si creen que se puede llegar a un acuerdo, así lo haré. Después ya se verá. A mí el Zaragoza no me ha dicho nada y entonces supongo que no quieren que siga por el tema de la lesión que he tenido. Pero, insisto, si fuera por mí, lo tengo claro. Una vez que rescinda es cuando decidiré, a ver qué hay entonces y qué se puede hacer.