Líderes y con Ángel. El Zaragoza comenzó la Liga con buena pinta, con una victoria cómoda y con superioridad, con el traje de primer clasificado ya puesto, quizá una anécdota a estas alturas pero quizá no, porque el equipo aragonés no se ha visto ahí, en lo más alto de la tabla de la categoría de plata, desde que bajó en el verano del 2013 y ya han pasado más de 1.000 días, por lo que conviene disfrutar de este buen comienzo ante un UCAM Murcia recién ascendido, bisoño y timorato, es cierto, un enemigo pequeño, pero también lo parecía el Llagostera, sin nada en juego, y destrozó la ilusión zaragocista el 4 de junio.

En este sentido, la victoria ante el UCAM termina de cerrar aquellas heridas y deja la estampa de una grada a la que su equipo le empezó a dar motivos para creer, sostenido en la capacidad de Ángel, con dos goles y una asistencia para reivindicar su rol de ariete, y también en el talento de Lanzarote, los destellos de Cani, el despliegue de Zapater o la contundencia de Marcelo Silva.

Haría mal el Zaragoza y el zaragocismo en echar las campanas al vuelo, claro está. A la plantilla le faltan efectivos por llegar, por número y por necesidad, el camino a Primera es largo y desde luego llegarán enemigos de mayor fuste que el UCAM. Eso vaya por delante, pero la Liga arrancó bien, lo que ya es un cambio con la historia reciente, donde cada debut era un sinónimo de tropiezo. Desde el curso 09-10 el equipo aragonés no comenzaba ganando. Lo hizo en una Romareda con casi 15.000 espectadores que no tardaron en mostrar su apoyo y en cerrar el lamentable episodio de Palamós. En ese sentido, la bandera de enganche que son Cani y Zapater, ovacionados, es indudable.

El repunte de la ilusión terminó por ser más que una realidad con una victoria llena de eficacia, fraguada en el primer tiempo, porque el segundo con un 3-0 en el marcador, tan apenas existió. El Zaragoza, sin jugar un gran partido y con un ritmo cansino en varios momentos, tiró de su capacidad arriba, de su efectividad ante el gol y de un armazón defensivo que contuvo sin demasiadas dificultades la inocencia de un UCAM que, en su debut en Segunda y en su primera visita a La Romareda, fue un enemigo magnífico para que la fiesta fuera perfecta.

Arrancó el Zaragoza con ganas, sostenido en Zapater y con Erik Morán tratando de mostrarse más cómodo en su papel de enganche en la medular. Todo sucedía en ataque cuando Cani o Lanzarote entraban en juego. Y si ya lo hacían juntos... Esa sociedad va a dar muchos réditos. Un buen pase de Cani sobre Xumetra trajo la primera falta peligrosa que Casado, con todo a favor, mandó a las nubes. El gol no tardó en llegar, porque Xumetra mandó un centro preciso, los centrales del UCAM se durmieron y Ángel remató primero con la cabeza y después con el pie para batir a Biel Ribas.

PLEITO SENTENCIADO

No iban ni diez minutos de partido y el Zaragoza ya tenía ventaja. Sin mucho ritmo, pero con destellos y con talento arriba y bien asentado atrás, con Marcelo Silva tapando cualquier resquicio, el equipo de Milla tenía el control del partido y solo una pérdida de balón de Zapater generó inquietud a Irureta, pero Iván Aguilar terminó muy mal la jugada. El UCAM, con poco fútbol y menos empaque, trató de generar algo más de peligro, aunque el Zaragoza, con un Ángel imperial, cerró el pleito en el último cuarto de hora de la primera parte.

Ahí, el canario, una pesadilla todo el partido para los centrales rivales, aprovechó un buen córner de Lanzarote (qué importante va a ser la estrategia este curso), que tocaron Casado y después Marcelo Silva para que la pelota se quedara muerta en el área. Ángel fue más listo que nadie y de chilena hizo el segundo. Una recuperación de Erik Morán con una pared con el canario pudo traer el tercero, que llegó en una contra del delantero que dejó en los pies de Lanzarote un mano a mano donde el barcelonés definió con la clase de los mejores, con un toque sutil de derecha que entró despacio.

La segunda parte, con el calor y el marcador sentenciado, vivió un claro bajón. El UCAM trató de poner más músculo con Kitoko y tuvo su mejor ocasión con un mal remate de Pere Milla, pero no tardó el técnico del Zaragoza en mover el banquillo para que las entradas de Ros y de un activo Barrera supusieran más control del choque, que en el tramo final fue de nuevo zaragocista.

Buenacasa, que tuvo buenos minutos en la recta final, pudo marcar y el gol lo mereció Lanzarote, de soberbia volea desde fuera del área en un córner botado por Cani. El larguero impidió que La Romareda contemplara un gol de bandera, pero el partido dejó claro que en esos dos jugadores el Zaragoza tiene más talento que el resto de equipos de Segunda. Si el físico les aguanta, por ahí está el camino. El penalti de Irureta a Imaz transformado por este se quedó en una anécdota ante la victoria, el liderato y el retorno de la ilusión de este Zaragoza líder con Ángel.