A pesar de que el Real Zaragoza perdió una renta de dos goles de ventaja y acabó empatando el partido ante el Lugo, Luis Milla se mostró satisfecho con la imagen de su equipo y aseguró que "el fútbol es imprevisible". "Me quedo con lo positivo. Claro que hay que ajustar y definir una serie de situaciones concretas en las que debemos ser más firmes, pero me parece que el equipo ha dado unas sensaciones muy buenas y todos van por el mismo camino", reconoció, añadiendo que "posiblemente es un partido que, dentro de un mes, es más difícil que se te pueda escapar".

El entrenador zaragocista hizo hincapié en que lo visto sobre el terreno de juego del Anxo Carro es positivo, porque muestra el camino que debe seguir su vestuario. "La sensación es que el equipo quiere, que está junto y que tiene una buena actitud. Y por esa línea hay que ir trabajando", expuso el técnico aragonés. Por otro lado, en cuanto a la presión mostrada por el Real Zaragoza durante el partido, aseguró que "al final corres el riesgo de tener valentía, presionar e irte arriba ante un equipo que es capaz de arriesgar en la salida de balón, pero que si salta esa primera línea de presión es peligroso", y agregó que "ese tipo de transiciones es algo que tenemos que mejorar".

En cuanto a los cambios que realizó ante el Lugo para frenar la remontada, Milla reconoció que sirvieron "para darle más energía al medio campo, con Ros" y "para ayudar a Isaac, que estaba teniendo problemas con Pedraza, metiendo a Fran". El técnico, que volvía a Lugo tras su fría despedida la temporada pasada, no quiso valorar el regreso emocional. "Dio la cosa que Lugo era la primera visita y tenía que llevarlo de la mejor forma posible. Esos ocho meses estuve muy a gusto y me sentí respetado, pero ya está. Ahora, toca trabajar en el Zaragoza", explicó.