Un niño de 11 años llevó a juicio a su madre por haberle dado un bofetón tras negarse a poner el desayuno, un castigo que el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de La Coruña, José Antonio Vázquez Taín, ha visto «justificado» frente a la actitud de «síndrome del emperador» del menor, por lo que ha absuelto a la procesada.

En el fallo, el magistrado explica que los hechos fueron «puntuales y con provocación por el menor». Cuando el niño tenía 11 años, como «hacía caso omiso a las indicaciones [de su madre] de que colaborase poniendo el desayuno, pues permanecía escuchando música, y debido a que no solo no obedeció sino que llegó a arrojar el teléfono, a fin de que depusiese su actitud rebelde y violenta, le dio un bofetón muy fuerte la altura del pómulo izquierdo», según la sentencia. El juez destaca en la sentencia la «calculada frialdad del menor».