Para ganar una discusión, saque un tema espurio desvíe el conflicto hacia otra parte. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, ha aplicado con un nuevo patinazo esta táctica neoliberal aprendida en el Londres de Margaret Tatcher para tratar de resolver el conflicto educativo desatado tras la imposición de dos horas lectivas más a los profesores y el despido de 3.000 interinos para ahorrar 80 millones. La penúltima ha sido acusar de delito fiscal a asociaciones de padres y profesores de "hacer una negociazo" con la venta de las camisetas verdes, que simbolizan sus protestas, por las que --denunció-- ganan dos euros en "negro" sin pasar por el fisco. Pero el ejecutivo de Aguirre no ha podido usar a la vía penal porque la cantidad defraudada debe superar los 120.000 euros. Y la denuncia pública presentada ayer ante la Agencia Tributaria no puede prosperar porque el plazo para abonar el IVA no cumple hasta enero. "Otra cortina de humo", coincidieron las asociaciones de vecinos que han vendido la camiseta ("a 5 euros frente hasta 30 en que se vendió la de la JMJ") y los sindicatos, que han convocado dos nuevas huelgas para los días 3 y 23 de noviembre. "No pararemos hasta que la Comunidad se siente a negociar", afirmó UGT.