El planeta tendrá un déficit de agua del 40% en el 2030 si no se cambia el rumbo actual de consumo, según un informe publicado ayer por la Unesco, que pide que una mejor gestión de este recurso forme parte de los objetivos del planeta de la ONU. El estudio, elaborado por 31 organismos de la ONU bajo el paraguas de la Unesco, establece que en los últimos años ha habido avances en el acceso al agua y al saneamiento en el mundo, pero persiste la tensión y será más evidente por el incremento demográfico.

Por eso, considera que los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el periodo entre el 2016 y el 2030 tienen que ser más ambiciosos en la protección de los recursos hídricos. En la actualidad, el plan de la ONU solo pone el acento en el acceso al agua y el saneamiento.

El informe de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) pide que se incluyan también la gobernanza de los recursos hídricos, la calidad del agua, la gestión de las aguas residuales y la prevención de catástrofes naturales ocasionadas por el agua.

El agua es fuente de desarrollo económico pero, este, a menudo, precisa de fuertes cantidades de ese elemento, bien para regadíos agrícolas, bien para producción energética, lo que precisa de "un equilibrio", según explicó el principal autor del informe, Richard Connor.

Todavía quedan en el mundo 748 millones de personas que no tienen acceso a agua preservada de contaminación y las primeras víctimas de esta situación son los pobres, los marginados y las mujeres, según el estudio.