En la llamada operación Hydrant, que desde el pasado verano trata de llegar al fondo de un aluvión de casos de abusos a menores cometidos por personas en situación de poder en Reino Unido, están siendo investigados por la policía 1.400 sospechosos, entre los que hay figuras de la política, la música, el deporte, el mundo del cine, la televisión y responsables de instituciones, centros de acogida y cuidado de los niños.

"Los casos aumentan a diario. Estamos viendo un incremento sin precedente en el número de denuncias", señaló ayer el comisario Simon Bailey. De acuerdo con lo desvelado ayer, entre los 1.433 sospechosos identificados hay 76 políticos, 43 personas de la industria musical, 135 profesionales de la televisión, el cine y la radio, y siete deportistas. La policía no ha facilitado sus nombres, pero sí ha indicado que 216 han fallecido ya. De todos los investigados, 666 habrían cometido sus agresiones en escuelas, hogares, hospitales e instituciones religiosas con los menores a su cargo.

Datos abrumadores que sin embargo solo representan muy posiblemente una mínima parte del vergonzoso escándalo oculto. La policía espera recibir alrededor de 116.000 informes a finales de este año sobre los llamados "abusos históricos" a menores, un dosier que ha crecido un 71% desde el 2012. Aunque no se ha precisado aún un número de posibles víctimas, los detectives estiman que pueden ser varios miles. "No hay duda de que el caso de Jimmy Savile ha tenido su efecto", comentó Bailey para explicar lo aplastante de las cifras. El famoso presentador de la BBC, condecorado y adorado, se reveló después de su muerte, hace tres años, como un absoluto depravado, autor de cientos de abusos.