PRESTIGIOSO

Uno de los motivos que explican que el fraude de Piltdown cuajara sin excesiva contestación es que Smith Woodward, uno de los descubridores, era un reputado paleontólogo del Museo de Historia Natural que tenía en su haber diversos hallazgos de gran relevancia. Los fósiles, además, se guardaron como auténticos trofeos y prácticamente no se permitió que los analizara nadie ajeno a la institución.

NI TRES MESES

Daniel Turbón, catedrático de la UB, considera que difícilmente podría pasar algo similar hoy en día. "Pasar quizá sí, pero te descubrirían enseguida. El engaño no duraría ni tres meses" insiste. "La datación por carbono 14 no se conocía en el año 1912", pone como ejemplo Oliver Hochadel (CSIC). Actualmente no solo se puede determinar la antigüedad de un fósil con cierta precisión, sino que podría comprobarse si es en realidad del lugar de donde supuestamente procede. Eso es lo que le sucedió, por ejemplo, al japonés Shinichi Fujimura, que enterraba herramientas de piedra que había recogido en otras excavaciones y después las desenterraba como si fueran hallazgos novedosos. Lo pillaron en el año 2000.