De no saber para qué servía una urna los españoles pasaron a utilizarlas tres veces en cinco meses. La tercera, el 3 de abril de 1979, día de las primeras elecciones municipales en más de cuarenta años. Los resultados de los comicios de 1936 habían quedado sepultados bajo el peso de una guerra civil, y los zaragozanos no mostraron mucho entusiasmo ante la campaña. Para ser más exactos no mostraron ninguno hasta bien avanzada.

La verdad es que no pudo empezar peor: España entera estaba conmocionada por el asesinato de un inspector de Policía, a manos del GRAPO; había barricadas en San Sebastian, y Zaragoza lloraba la muerte de tres jóvenes del barrio de Las Fuentes, en una grieta de peña Foratata. Y por si no fuera suficiente, la ultraderecha zaragozana contribuyó a inocular más miedo: el primer día de campaña un grupo de fachas entró en la facultad de Filosofía con bates de beisbol y barras de hierro forradas con cinta aislante para arrancar los pocos carteles que se habían pegado en la Universidad.

Había miedo, y el diputado Hipólito Gómez de las Roces y candidato a la alcaldía de Zaragoza por el PAR escribía en Aragón/expres : "No se hará Aragón con miedo (...) Habrá que olvidarse del freno en más de una ocasión o por lo menos usarlo sin tanta frecuencia".

Se presentaron doce candidaturas a la alcaldía de Zaragoza: tres de derechas --Coalición Democrática (CD), PAR y UCD--, y nueve de izquierda --PSOE, PCE, Partido de los Trabajadores de Aragón (PTA), Organización revolucionaria de los Trabajadores (ORT), Liga Comunista revolucionaria (LCR), Movimiento Comunista (MC), Coalición por Aragón, Izquierda Republicana (IR) y Candidatura Ciudadana Independiente (CCI). Igual que en las elecciones generales celebradas un mes antes, la izquierda llegaba a las municipales muy fraccionada aunque con mensajes casi idénticos. Pronto se impondría la lógica y algunos partidos acabaron fundiéndose: fue el caso del PTA, cuya candidatura encabezaba el abogado laboralista Francisco Polo, y la ORT liderada por Fernando Gimeno, que se retiró en beneficio de Polo.

La candidatura CCI la formaban un grupo de "buenos chicos" como se les denominaba, que se unieron porque les resultaba difícil "definirse por un solo partido", decían. Encabezada por José Luis Batalla, que había sido presidente de Cáritas hasta unos días antes, la componían, entre otros: Ramón Magaña, los arquitectos Juan Rubio y Santiago Lagunas, el pintor José Luis Lasala y Eduardo Hernaz. Empezaron muy tímidos pero sobre la marcha fueron metiendo caña: "Zaragoza, ciudad mortal", rezaba uno de sus carteles.

Tanto el MC, cuya candidatura encabezaba Ricardo Berdié, como el PTA de Paco Polo, propugnaban en su programa municipalizar el transporte y limpiar los ayuntamientos de "corruptos y caciques". Coalición por Aragón, que a las generales había ido como el PSA, estaba liderada por Santiago Lorén y hacía hincapié en la recuperación de los ríos, el ordenamiento urbano y mas escuelas. La candidatura del PCE estaba muy nutrida de profesores: la encabezaba Gonzalo Borrás y le secundaban Eloy Fernández Clemente y Guillermo Fatas, entre otros. Sus lemas eran muy contuntendes: "Si quieres hospitales, corta por lo sano", decía uno de ellos. La LCR iba más lejos en su programa y pedía carriles bus y que las mujeres controlaran los espectáculos públicos para impedir la difusión de contenidos sexistas.

El candidato del PSOE, Ramón Sáinz de Varanda, propugnaba una mayor autonomía para los barrios: "Cada vez que se construye en el centro un gran edificio estamos gravando de manera brutal la economía de la ciudad. La ciudad debe extenderse por las zonas que menor incidencia tengan en la economía", decía.

Pese a la derrota sufrida en las generales, Coalición Democrática se presentaba encabezada por Manuel Albareda, que llevaba de segundo al médico José Luis Casado. La UCD tenía como cabeza de lista al entonces alcalde, Miguel Merino, al que seguía entre otros Antonio González Triviño; y el PAR a Hipólito Gómez de las Roces, que acababa de ser elegido diputado nacional. Emilio Eiroa también figuraba en la candidatura regionalista.