Alberto Lapiedra, el camionero que causó la muerte del presidente del Club Ciclista Ebro, Tomás Agustín, fue el último accidente mortal de un ciclista juzgado en Aragón. El procesado fue condenado a tres años de retirada del permiso (lo que implicaba quedarse sin licencia y tener que volver a examinarse para recuperarla), pero la Audiencia de Zaragoza revisó la sentencia y rebajó su castigo a la pena mínima, un año de suspensión del permiso. Lo hizo porque lo consideraba «desproporcionado». Junto a esta pena, el acusado fue condenado a dos años de prisión como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave. El camionero alegaba que en el tramo donde se produjo el trágico atropello el arcén tenía dos metros y pese a ello el presidente del Club Ciclista Ebro circulaba por su extremo izquierdo, llegando a invadir su propio carril, según él. El encausado justificó que el positivo en cocaína fue porque la había consumido «cuatro días antes». En cualquier caso, al carecer de antecedentes penales, el condenado no tuvo que ingresar en el centro penitenciario de Zuera.