La fundadora de B+B, Belén Gimeno, lo define como "el centro de coworking más antiguo de la ciudad", en la calle del Refugio, ya que se convirtió en un cóctel de empresas antes de que llegase a España este concepto. En el 2006 un antiguo despacho de arquitectos empezó a acoger empresarios: "Como teníamos sitio y los costes de mantenimiento eran demasiado importantes, decidimos albergar a nuestros amigos que también buscaban local". Gimeno explica que al principio, como la idea del coworking todavía no estaba asentada, se arreglablan entre ellos, como amigos que pagan la cuenta a medias, para cubrir gastos.

Ahora, acogen a otros empresarios de diversa índole, como abogados, maquetadores o inversores, que se han sumado a esta gran familia. Todos los días comparten desayunos y trabajan en un entorno "lo más cómodo, luminoso y respetuoso con el medio ambiente posible", declara la propietaria. "Ante todo sigo siendo arquitecta, es con lo que me gano la vida", reconoce. Gimeno admite que "no es un negocio económicamente rentable, pero sí lo es a nivel de crecimiento empresarial y humano".

Los clientes disponen de la tarifa completa --con acceso las 24 horas del día al centro y a las salas de reuniones-- por 190 euros, y la de media jornada, por 130 euros.