Las copiosas precipitaciones registradas en el último fin de semana han tenido un efecto automático sobre las exiguas reservas hídricas en la cuenca del Ebro. Los embalses han visto aumentar su volumen global de agua almacenada aproximadamente un 20% en tan solo tres días, ganando 500 hectómetros cúbicos (más de la capacidad total de Yesa).

Sin embargo, y aunque ha aliviado en parte la preocupante situación que ha llevado a reclamar con insistencia el decreto de la sequía, este aumento del agua almacenada no ha sido suficiente y las reservas siguen siendo las más bajas de los últimos 5 años. Si el promedio en esta fecha, al inicio del año hidrológico, es de 3.686 hectómetros cúbicos (sobre una capacidad de 7.500), esta semana se ha llegado a los 2.896. Un 38,7% del total. Una cifra casi idéntica a la del año pasado por estas fechas, en las que había 2.910 hectómetros cúbicos y un 38,8% de la capacidad total de la cuenca.

CASOS NOTABLES En algunos casos, los embalses han experimentado aumentos considerables. Por ejemplo, Yesa. Hace una semana solo tenía 69 hectómetros cúbicos (de una capacidad total de 447) y ayer tenía 165,5. Es decir, se ha multiplicado por dos veces y media. Mediano, por dos, pasando de 75 a 141 de un total de 436. Otros pantanos menores, como Barasona, en el Ésera, han pasado de 15 a 35 (de un total de 85. Más espectacular es el caso de Búbal, casi en la cabecera del Gállego, que ha multiplicado la entrada de agua por 6. De los cinco que tenía hace una semana, ahora tiene 35, pasando de un 3% al 54%. Itoiz, en Navarra, pero que regula el Irati, afluente del Aragón, también ha crecido notablemente.

En declaraciones recogidas por Europa Press, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier de Pedro, destacó el papel que han tenido los embalses para evitar consecuencias más graves. Así, de pedro aseguró que el embalse de Yesa ha laminado "una avenida de unos 1.200 o 1.400 metros cúbicos por segundo", una cantidad "impresionante" que habría provocado, de no existir el pantano, que "Sangüesa hubiese sufrido una avenida de unos 2.000 metros cúbicos por segundo".

De Pedro señaló que el fenómeno de este fin de semana ha sido "de una especial gravedad e intensidad con una duración muy larga". El río Aragón a su paso por Jaca ha registrado hasta 670 metros cúbicos por segundo, el Gállego en Zuera 823 metros cúbicos por segundo y el Arba en Tauste 271 metros cúbicos por segundo, cantidades superiores a las de las avenidas del 2004 y el 2007. Según De Pedro, los daños en Tauste han sido menores "gracias al cauce de alivio del río Arba en su desembocadura al río Ebro".

Sin embargo, y a pesar de estas lluvias, la variación semanal global no ha sido muy significativa, puesto que solo en la margen izquierda del Ebro el aumento ha sido del 10% en una semana, con los embalses al 41,7% de su capacidad total.