Había que inmortalizar la faena, que se presentaba memorable. Los dos operarios se pusieron los cascos de obra y antes de subirse a la grúa fueron retratados en una fotografía por un tercer técnico. Quizá no fuese un trabajo arduo, pero cambiarle el nombre al pabellón Príncipe Felipe, uno de los emblemas de la capital aragonesa, por el de José Luis Abós, el extécnico del CAI Zaragoza, quedaría en su memoria; todavía más tras la polémica acaecida en los últimos meses.

Ayer a las 16.30 horas comenzaron los trabajos de sustitución de rótulos del pabellón. Un rato antes habían estado colocando vallas para cercar las grúas, preparándose para el momento. Precisamente, los pintores y técnicos de obra no entendían la expectación formada cuando subieron a las grúas. Fueron varios los ciudadanos que se pararon a tomar fotografías cuando empezaron a medir el espacio que ocupará el nuevo nombre del espacio deportivo. Antes, sin metro y tan solo con sus propias manos, palparon la superficie del pabellón, que empezó a cambiar de color conforme arrastraban el salitre del agua que impregnaba la fachada.

El comienzo de los trabajos también despertó la curiosidad del concejal de Deportes, Pablo Híjar, que se acercó a supervisar el inicio del cambio de nomenclatura, medida aprobada unilateralmente por el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC).

Aunque la modificación comenzará por la cara del edificio que da a la rotonda para evitar trabajar con la superficie expuesta al sol, las primeras pruebas empezaron ayer en la puerta C del pabellón. Los operarios realizaron las mediciones para conocer qué parte concreta hay que pintar, ya que la sustitución del vinilo no conlleva la retirada del rótulo anterior, sino que se va a pintar con una pintura blanca de dos componentes que permitirá borrar las letras anteriores. Los trabajos se prolongarán previsiblemente hasta el próximo miércoles --el viento o la lluvia podría impedir trabajar con normalidad-- ya que hoy continuará el borrado y hasta el lunes es posible que no llegue el vinilo en con las nuevas letras. El diseño y la tipografía será el mismo que el actual, en color azul.

Fuentes municipales explicaron ayer que finalmente se ha optado por una imprimación en epoxi, una resina de mejor adherencia que la anterior. Se trata de un material que no puede exponerse al sol por lo que se fijará con una capa de poliuretano. La expectativa es que dure entre 15 y 20 años, cuando habrá que volver a pintar.

Ahorrar costes

Y si se ha optado por la solución de pintar encima es porque una de las máxima ha sido ahorrar costes. La valoración de los técnicos de arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza para el presupuesto de la sustitución de los rótulos fue de 8.290 euros (IVA incluido). Se presentaron cinco empresas, finalmente se eligió a Moncobra por tener la oferta económica y más ventajosa, con 7.248 euros (IVA incluido).

Desde la empresa explicaron que "la idea es respetar el color original" y aunque se trata de un remache sobre lo que ya hay a ellos "se les ha encargado así" según un informe municipal. Es decir, el recuadro blanco se notará pero, en principio, no quedarán restos del Príncipe Felipe ni de sus letras. No al menos sobre la superficie, porque para los ciudadanos sí que será difícil acostumbrarse al nuevo nombre. También para las instituciones. Hoy mismo el CAI anuncia en su web el Trofeo Ibercaja Ciudad de Zaragoza-Memorial José Luis Abós contra el Valencia Basket, en el pabellón Príncipe Felipe. Va a ser un cambio difícil.