Hace unos años se llegó a dudar de si Europa debía seguir siendo un gran motor industrial o, por el contrario, tenía que centrarse en el desarrollo tecnológico y la I+D y dejar la fabricación de productos en manos de los países asiáticos. Hoy, nadie duda de que la industria debe jugar un papel fundamental en la salida de la crisis. Y así lo constató ayer la gran empresa aragonesa en una jornada organizada por Deloitte y la Asociación para el Progreso de la Dirección en la que se apostó por reindustrializar la comunidad como la mejor vía para avanzar en la recuperación. De hecho, los máximos responsables de Opel, Saica o Pikolín recordaron que la industria es el sector que más valor añadido aporta a la economía y el que genera el empleo de mayor calidad.

"Los países que no apuesten por ella no podrán mantener la calidad y el nivel de vida de sus ciudadanos", subrayó el director general de GM España, Antonio Cobo, durante la jornada Reindustrializar para ganar en Aragón. La Unión Europea pensó algo parecido hace un año, cuando lanzó el programa Horizonte 2020 con el que pretende que el peso de la industria alcance el 20% del PIB en ese ejercicio (actualmente se sitúa en el 15% tras perder cuatro puntos en una década).

"Es evidente que se ha perdido tejido industrial y que debemos ganar en competitividad", lamentó el consejero delegado de Pikolín, José Antonio González. En España, por ejemplo, el sector ha pasado de emplear el 18% de la población en el 2000 al 13% en el 2012. Aragón arroja mejores datos, ya que representa el 21% del PIB (cinco puntos más que en la media nacional), el 17% del empleo y el 90% de las exportaciones. Con todo, los sindicatos creen que la industria debería estar jugando "a estas alturas" un papel "más protagonista" en la creación de puestos de trabajo.

EL CAPITAL HUMANO

Por su parte, los directivos que participaron ayer en la jornada recordaron que las empresas compiten actualmente en un "mundo global", por lo que es "necesario" impulsar la competitividad. En este sentido, Cobo abogó por una mayor profundización en la flexibilidad laboral y la reducción de los costes laborales, al tiempo que destacó la importancia del apoyo institucional y del capital humano. "Nuestro mejor valor es nuestra gente", apuntó.

González también apostó por involucrar lo máximo posible a las plantillas y reclamó que el sistema educativo "se adecúe más a las necesidades de las empresas". "La formación se debería ligar siempre a prácticas", dijo.

Tras destacar la "ubicación estratégica" de Aragón, el presidente de Saica, Ramón Alejandro, centró sus demandas en el problema energético y aseguró que los costes eléctricos se deben reducir si se quiere que las empresas "compitamos en igualdad de condiciones".

El director del área técnica de BSH España, José Juste, indicó que el tamaño de las industrias es uno de los problemas de la comunidad y señaló que los clústers pueden ser una figura de colaboración "muy interesante". Además, afirmó que las grandes compañías deben generar un "efecto tractor" sobre sus proveedores. "Eso sí, las auxiliares también deben querer progresar", concluyó.