--Hoy recibe el Premio Aragón 2015. ¿Qué siente?

--Por una parte es un gran honor y también una gran satisfacción sentimental. El premio es aún mayor para el que vive fuera y siente con es un retorno a su casa.

--¿En qué situación cree que se encuentra Aragón?

--Lo veo bien, una comunidad pujante, con los problemas que ha conllevado la crisis, pero con una vida política, cultural muy sólida, que sirve para poner en valor la historia de Aragón, que es gloriosa.

--¿Qué le parece la coyuntura política que atraviesa el país?

--En un momento de crisis como este se pierde la perspectiva, se tiene una visión reducida de lo que se ha conseguido en la historia reciente. Habría que recuperar el valor de la transición, que fue un hito mundial, reconocido en todo el mundo. No se puede someter todo a críticas corriendo. El saldo no puede ser solo negativo.

--Los casos de corrupción no ayudan.

--Es cierto. Pero hay que corregir lo que se ha hecho mal, tienen que actuar los jueces. Pero son más las cosas positivas. En situaciones de crisis, como la actual, lo más inteligente es agarrarse a lo seguro, no cambiar.

--¿Cree que se está siendo injusto con la transición?

--Se está transmitiendo una imagen muy injusta de ese periodo, y que además políticamente es falsa. Falta un poco de sentido común en algunos análisis que se hacen. Una crisis, como la actual, no puede ser una crisis de todo. Hay que tener perspectiva, y apreciar lo que se debe mejorar. Pero es muy importante tener un visión matizada del conjunto político, y creo que falta en algunas valoraciones que se hacen.

--¿Qué es lo mejor y lo peor de lo conseguido en la transición?

--Lo mejor son las grandes instituciones que sustentan el Estado y la propia Constitución. No es lo mismo hablar de retocarla para algo puntual que poner en cuestión las instituciones y la vida política democrática. No se puede jugar con fuego, y aquí en España en la historia más reciente se ha jugado mucho con fuego.

--¿Y lo peor?

--Lo malo es la corrupción, la falta de sentido de Estado, el independentismo. Todo lo que signifique desunir es negativo.

--¿Qué papel debe jugar la Justicia?

--Es un papel relevante, central, y para ello es importante que sea independiente. Los jueces no pueden estar mediatizados. La Justicia debe cumplir su papel y actuar con normalidad. En mi opinión el funcionamiento de este poder ha sido ejemplar, aunque todo es criticable. Pero lo cierto es que se ha actuado en todos los estratos de la sociedad de forma totalmente igualitaria.

--Da la sensación que el poder Ejecutivo invade en demasiadas ocasiones el Judicial.

--La naturaleza humana es como es. Y es habitual que los poderes intenten desbordar y controlar a otros. Pero se debe mantener el principio de una Justicia independiente porque esto es garantía de calidad democrática y del Estado de Derecho.