"Estos señores de la DGA ni cumplen sus compromisos, ni la ley. Mienten de forma cínica y descarada", señaló ayer Gonzalo Salvanés, cuyo hijo acude al centro cada día. "No pasaría nada si tiene que quedarse con nosotros en casa, pero para él es importante venir aquí porque desarrolla sus actividades, se divierte. Está feliz", apuntó.

"No nos queda más remedio que hacer un encierro y las reivindicaciones que hagan falta porque no sabemos qué pasará con nuestros hijos si se cierran las instalaciones".