La orquesta es el componente festivo más demandado en las fiestas de los pueblos. Aun así, también este colectivo ha notado la crisis económica en los últimos años. «Continuamos teniendo mucho trabajo, aproximadamente unos 30 municipios en verano, pero antes había más, más repartido y mejor pagado», comenta David Benedí, miembro de la orquesta Titanes.

Las condiciones laborales han cambiado, y es por eso que David y sus compañeros decidieron buscar una alternativa ante el peligro de ser sustituidos por las discomóviles ante la falta de presupuesto. «Hay que adaptarse a los nuevos tiempos, por eso ahora ofrecemos un producto nuevo: orquesta más espectáculo para atraer a más gente y tener un público más variado».

Este nuevo número musical incluye la presencia de artistas de circo, acrobacias, contorsionismo o actividades infantiles con disfraces. «Antes hacías lo típico de tocar un pasodoble o una mejicana, pero con la crisis todos los negocios han tenido que espabilar e innovar».

La costumbre de tocar las canciones más clásicas para que los matrimonios y aquellos que lo deseen puedan salir a bailar no se ha perdido. «Lo que cambia es que después de esto les sorprendemos con números muy visuales que atraen a todo el mundo. Nos vamos cambiando de ropa, y si cantamos un rock and roll lo hacemos acompañado de acrobacias», explica David.

Hace dos años este grupo de artistas decidió optar por este nuevo tipo de formato y tuvo la iniciativa de hacer al público más partícipe durante sus espectáculos, especialmente en las sesiones de la tarde, en las que se disfrazan de personajes como «Bob Esponja o Frozen para atraer a los más pequeños y realizar actividades con ellos», comenta David.

RENTABILIDAD/ Este tipo de apuesta también supone un esfuerzo extra para la orquesta, tanto a nivel artístico como económico. «Hemos tenido que contratar a personas que venían de circos. Ya no es solo invertir en la música, sino también en el espectáculo», afirma el músico, que además asegura que este proyecto es rentable y consiguen más trabajo gracias a la originalidad.

El presupuesto que los municipios destinan a los festejos se mantiene congelado, en cambio, las orquestas «cada vez son más baratas», afirman desde Titanes. La opción de ofrecer algo innovador podría implicar un mayor gasto para los pueblos, en cambio, no es así porque «la función de la orquesta ya no es solo tocar, sino que aporta muchas otras actividades, por lo que se ahorra de otros lados», destaca David, quien además asegura que «los pueblos han acogido muy bien este nuevo tipo de espectáculo».