El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, reconoció ayer que las altas de los nuevos beneficiarios del Sistema de Atención a la Dependencia en Aragón no se producen "con la fluidez que me gustaría" y precisó que esto no se debe a la dotación presupuestaria, que "está bien", sino a que "no tenemos tesorería suficiente". El consejero admitió que le preocupa que "muchos dependientes no hayan recibido la prestación" aunque añadió que "me preocupa más que la Ley de Dependencia, hecha en el 2006 con la mejor intención del mundo, ha demostrado con el tiempo que no ha contado con la financiación suficiente, aquí y en todos los sitios". Por eso, consideró "necesaria" una revisión de la ley y valoró la colaboración entre Gobierno, comarcas y ayuntamientos "para utilizar residencias y centros de día para dependientes".