Los incidentes del pasado domingo en las inmediaciones del pabellón siglo XXI en el que se celebraba una asamblea convocada por Podemos y en el que se llegó a agredir a la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, llegarán al Congreso. 70 diputados de Unidos Podemos firmaron ayer una solicitud para que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, comparezca y explique el operativo policial que se organizó para contener a 500 manifestantes, entre los que había ultras, y que lograron asediar el lugar de la asamblea.

Unidos Podemos, como también hizo IU, solicitó además el cese del delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, al que acusaron de pasividad a la hora de montar el dispositivo. El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, aseguró ayer que el líder de su formación llamó a mediodía del domingo al propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle explicaciones por el incremento de la tensión en Zaragoza y la falta de medios policiales para atajarla, tal y como reconocieron los propios policías. Según Echenique, Rajoy era desconocedor del problema, pero «curiosamente a los 20 minutos se disolvió la concentración». Según fuentes de interior citadas por Efe, el ministro se puso ayer en contacto con representantes de Podemos para asegurarles que el operativo fue «proporcionado».

PRESENCIA DE ALCALDE

Asimismo, ayer se supo que el propio Gustavo Alcalde, acompañado por el subdelegado, Ángel Val, se acercó a mediodía a los aledaños del pabellón Siglo XXI, para comprobar la magnitud de la protesta. Para el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve «lo más preocupante fue saber que el delegado (del Gobierno, Gustavo Alcalde) estaba allí a las 12 de la mañana», cerca del Siglo XXI. El alcalde le llamó, aseveró: «Me respondió que el dispositivo era el que era y que nos atuviésemos a eso». Desde la delegación confirmaron que estuvo «unos 20 minutos», entre las 11.30 y las 12.00 horas, y que «a raíz de ver lo que ocurría se decidió aumentar los efectivos». Violeta Barba, tras ser agredida, también contactó con el delegado.

Los incidentes del pasado domingo acabó haciendo que la condena unánime de todos los partidos políticos a los actos violentos ocurridos y la agresión sufrida por la presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, derivara rápidamente en un enfrentamiento político entre el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) y el PP, al que el primero señaló por «instigar» los altercados. Por «incitar al odio» y «azuzar» a los exaltados «a través de las redes sociales» y con «falsedades». Incluso aseguró que «varios cargos» de las filas conservadoras fueron parte activa de una concentración improvisada a las puertas del centro municipal.

FALSEDADES CONSCIENTES

«Jorge Azcón (portavoz del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza) ha estado instigando lo que ayer -por el pasado domingo- sucedió y es responsable de ello. Ha provocado una situación de alarma social», expuso antes que el alcalde el portavoz del Gobierno de ZeC, Fernando Rivarés. «El PP ha alimentado el odio con mentiras conscientes de que eran mentiras. No se puede fundamentar la instigación al odio», subrayó el concejal.

También Azcón rechazó lo ocurrido. «Cualquier acto violento es condenable y execrable y cuenta con nuestro rechazo», indicó el conservador. Pero anunció que pedirá el expediente que autorizó que el centro municipal albergara el acto organizado por Unidos Podemos porque «cualquier ciudadano y colectivo lo debe pedir con un mínimo de 15 días de antelación menos los amigos del alcalde, que se lo autoasignan en una mañana», explicó.

Sobre las palabras de ZeC se limitó a pedir «que digan de qué nos acusan, de instigar el qué». «Hablamos de hechos y el alcalde, de invenciones. Hemos visto a concejales del Gobierno apoyando un acto que había sido declarado ilegal», apostilló.