Sin prisa pero sin pausa. Esta es la interpretación que los propietarios de establecimientos en el Parque del Agua dan al avance hacia la consolidación del recinto. Muchos de ellos coinciden en remarcar el impulso que supuso la Expo para sus locales y subrayan que tras el evento, la zona "tiene continuidad".

"Cada vez es más gente la que viene por aquí y nosotros lo notamos", subraya el encargado del bar Bocados y parque infantil Balambambú, Diego Ruiz. A esta mayor afluencia ha contribuido el buen estado del parque, señala Esteban Villarocha, gerente del teatro Arbolé. "Aún quedan cinco años para que la vegetación se desarrolle por completo, pero ya se ha convertido en un espacio en el que las familias vienen los domingos incluso a comer en el césped con un bocadillo". Solo se muestra preocupado porque los recortes presupuestarios afecten al mantenimiento y acabe perdiendo calidad.

El boca a boca es el método que más resultado ha dado a la guardería Es-Cool y al centro de ocio Quasar Elite. La directora del centro infantil, Carmen Sainz de Varanda, explica que cada vez es "mas conocida" y que incluso "la prefieren a otras más céntricas". Ya son 30 niños los que acuden allí, aunque tiene capacidad para 72. A su juicio, es "un tipo de negocio que va al ralentí y poco a poco va subiendo la demanda".

¿Competencia o apoyo?

Hacer piña ha sido otra de las claves. Muchos de los niños que acuden a la guardería celebran sus cumpleaños en el parque infantil Balambambú y disfrutan de los espectáculos del teatro Arbolé. Como los empresarios que acuden a congresos al hotel Hiberus y disfrutan de la zona multiaventura.

Sobre las consecuencias que tendrá la llegada de empresas al recinto Expo, las reacciones se mueven entre la indiferencia y las expectativas de crecimiento. Para el director del hotel Hiberus, Luis Miguel Cotes, significará "un impulso", por el perfil de la actividad. También lo cree el director del Ranillas Golf, Juan Ignacio Sáenz, que espera que sus instalaciones sean "el lugar de descanso de los futuros ejecutivos del centro empresarial". Ni siquiera que se vaya a crear una guardería para los hijos de los futuros trabajadores del recinto Expo asusta a Es-Cool. "Hay niños para todos", señala su directora. La transformación de la zona se hará evidente en la primavera del 2011 cuando se inicie la actividad en el interior del recinto Expo, donde sus ocupantes acabarán con los dos años y medio de completa inactividad. Aunque aparte de empresas habrá también 20.000 metros cuadrados de nueva oferta comercial.

Los negocios comparten el esfuerzo dedicado a que el parque despegue, pero admiten que también están creciendo, como destaca el director de Ranillas Golf, que ya recibe a "65.000 clientes al año" y espera que la cifra aumente "un 40% con la llegada de empresas y comercios al recinto Expo". Sus registros ya han crecido un 10%.