El Primero de Mayo del año 2016 será recordado por su marcado carácter preelectoral. Los comicios del 26-J están a la vuelta de la esquina y los sindicatos aprovecharon la celebración del Día Internacional de Trabajo para animar a los ciudadanos a acudir a las urnas y optar por un voto de izquierda con el fin de "recuperar los derechos" que se han perdido durante el gobierno del PP, a la vez que instaron a los partidos políticos a recoger sus demandas: un plan de choque por el empleo, la derogación de las reformas laborales, protección social para quien no encuentra empleo y una nueva política industrial que "nos haga competitivos no en base a la devaluación salarial sino a la capacidad de producir productos innovadores".

El hecho de que hoy sea festivo laboral restó asistencia a la marcha convocada por los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO en Zaragoza, que completó el recorrido entre la plaza San Miguel y el Paraninfo en un tiempo récord, apenas una hora. Mientras los sindicatos cifraron los participantes en 3.000 personas, la Policía Nacional contabilizó unos 750. Por exceso o por defecto, los números parecen pobres en comparación con los registrados en estos años de crisis (en el 2012 la organización calculó 25.000 personas), y más teniendo en cuenta que el desempleo sigue siendo el triste protagonista de la vida de casi 100.000 aragoneses.

Aunque la edad media de los asistentes era más alta que en ediciones anteriores, alguna que otra familia, incluida la mascota, prefirió no irse de puente y secundar la protesta en la capital aragonesa. Fue el caso de Luna, una niña que disfrutó paseando a su muñeco al ritmo de la manifestación. "Nos han quitado casi todo: educación, sanidad, el derecho a protestar... Pero aún podemos venir hoy a pedir que nos lo devuelvan, así que hay que hacerlo", argumentaba su madre, de nacionalidad turca y que lleva ocho años viviendo en España. Sus palabras resumían el sentir de la mayoría de los participantes en la manifestación, "hartos de recortes".

La protesta celebró ayer sus 130 años de reivindicaciones laborales bajo el lema Contra la pobreza salarial y social: trabajo y derechos. A este se sumaron otras pancartas de colectivos como los pensionistas, los funcionarios, los estudiantes o las trabajadoras de los call centers --que pedían "un convenio digno"--, aunque la ausencia de conflictos laborales destacados en empresas de la comunidad deslució mucho la movilización. Cánticos como "Aquí están, estos son, los obreros de Aragón", "Mariano, escucha, seguimos en la lucha" o "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste" reflejaban el espíritu reivindicativo de la jornada, que los líderes sindicales recogieron en las arengas a los afiliados.

"ESTO NO ES JUEGO DE TRONOS" Para el secretario general de UGT Aragón, Daniel Alastuey, el problema "no es quién gana la izquierda sino que gobierne la izquierda, y que nuestras propuestas se traduzcan en un programa de gobierno". En este sentido, reconoció que hubiese querido "más generosidad a la hora de ceder para pactar", porque, en su opinión, "esto no es un juego de tronos ni consiste en saber quién es el primer partido de la izquierda; esto es muy serio porque de ello depende construir una sociedad mejor". Por eso, hizo un llamamiento a la ciudadanía a no dejarse vencer por el "hastío". "Pretenden que nos desentendamos de la política y que no vayamos a votar, pero no hagáis caso", aconsejó.

Su homólogo en CCOO, Julián Buey, lamentó "cómo Europa se está esfumando", dividida por las "dos velocidades que separan a ricos y pobres". El actual contexto económico y social, dijo, "sigue siendo muy difícil, sobre todo para las personas que menos tienen", y por eso apostó por derogar la reforma laboral --a la que calificó de "nefasta para el sistema productivo y para las personas"--, aumentar las prestaciones y "cumplir con quien peor lo esta pasando". Buey recordó que casi el 30% de los trabajadores están por debajo del umbral de la pobreza, algo que, en su opinión, "debería sonrojar a la clase política". Sin embargo, animó a "seguir persiguiendo sueños, porque son fundamentales para transformar la sociedad", antes de elogiar la figura del sindicalista: "Es un lujo que haya gente como vosotros que se pringa cada día".

ADIÓS A LA AUSTERIDAD En la misma línea, Alastuey exigió "un nuevo sistema productivo" para slair de la crisis, porque "la austeridad no está convirtiendo en los camareros de Europa, renunciando al talento de la población española".

Como es tradición, la jornada concluyó con el himno de la Internacional y el Canto a la libertad de Labordeta.