Los principales sindicatos de la comunidad, UGT, CCOO y OSTA, alertaron ayer de los efectos negativos que tiene para los trabajadores del sector del comercio la última orden de apertura de festivos promovida por el Gobierno de Aragón el pasado 15 de julio. Por ello, anunciaron que presentarán alegaciones y convocarán una concentración el próximo 2 de enero, día que el Gobierno de Aragón ha autorizado a abrir a los grandes centros comerciales. Previsiblemente tendrá lugar en la Glorieta de Sasera, aunque no concretaron lugar y hora. Ante esta situación, los sindicatos han pedido una reunión con la consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, y avanzaron que si no se modifica la orden, continuarán con las movilizaciones a lo largo del 2017.

El Gobierno de Aragón decreta diez días festivos de apertura comercial para el 2017 pero la orden permite a los establecimientos de oferta alimentaria sustituir alguna de estas fechas por otras en las que haya coincidencia de dos o más días festivos. Además, los ayuntamientos pueden cambiar hasta dos de estos días de apertura en función de las festividades locales, si lo comunican con 15 días de antelación.

Gerardo Montori, representante de la Federación de Servicios de CCOO de Aragón, explicó ayer, en una rueda de prensa, que se posicionan en contra del artículo 4 de la orden que determina los días de apertura autorizados en domingos y festivos para el 2017 porque permite que las grandes superficies puedan cambiar los festivos cuando se juntan dos seguidos. «Nos encontramos que centros comerciales cuya actividad alimentaria la tiene un establecimiento han solicitado el cambio del Jueves Santo, que era un festivo de apertura, por el día 2 de enero», señaló David Martín, secretario de acción sindical y negociación colectiva de Servicio para la Movilidad y el Consumo de UGT Aragón. Así, advirtió de que las grandes superficies que cuentan con apartados de alimentación o que tienen pequeñas franquicias están utilizando esta situación para abrir más festivos al año. «Puerto Venecia no es un establecimiento alimentario, es un centro comercial y como tal no se puede acoger a este punto», alertó Roberto Seral, responsable de centros comerciales de OSTA, que lamentó que la «liberalización de horarios» dificulta que el trabajador «concilie la vida laboral y familiar».

Los sindicatos también hicieron alusión al anteproyecto de ley sobre horarios comerciales que afectaría a las franquicias y que «les permitiría abrir 365 días al año». Gerardo Montori señaló que la modificación «está hecha a medida para el futuro outlet de Pikolín» y afirmó que «el sector del comercio va a presentar batalla sobre este tema para que esta vulneración de derechos no se mantenga».