Zaragoza está obligada a abrir un proceso de reflexión sobre sus propias cifras de siniestralidad vial en lo que respecta al peatón. Suyos son la mitad de los desplazamientos urbanos que se contabilizan a diario y ellos son los que sufren la cruda estadística. La capital aragonesa promedia casi 300 atropellos a viandantes cada año, 271 en el último ejercicio con datos oficiales, el 2016. A esa media anual, la línea 1 Valdespartera-Parque Goya, que lleva en servicio desde el 2011, solo aporta cinco de ellos. Así, aunque es obvio que cada uno de sus 24 casos acumulados en un lustro acaban causando un mayor daño, está muy lejos de ser el medio de transporte más agresivo con el tránsito a pie en la ciudad.

Sus más de 34 toneladas convierten al Urbos 3 en el medio de transporte más peligroso en el caso de que protagonice un atropello, pero hay un dato que también hay que recordar: en ninguno de los casos que se han producido la culpa del arrollamiento ha estado en el conductor. Todos, al menos por ahora, se deben a infracciones de los peatones, por saltarse un semáforo en rojo o por cruzar por donde no debían. Y eso también es estadística, a su favor, en un momento en el que, con dos peatones fallecidos en solo una semana, ha comenzado el año más negro en cuanto a la siniestralidad vial.

200 HERIDOS

Quizá la lectura y la reflexión derive en las próximas horas a otros focos, los que arrojan los datos de la Policía Local sobre todo tipo de atropellos, los casi 300 que se han venido repitiendo año tras año desde el 2010. La media se sitúa en 290, con altibajos. El dato más positivo se dio en el 2013, con 263, y el peor un año antes, el 2012, con 324. ¿Zaragoza es más o menos segura que otras ciudades? En este sentido, hay que mirar también a los cinco años anteriores, al tramo comprendido entre el 2006 y el 2011, cuando el dato subía a los 344 atropellos al año, con algunos especialmente complicados como el 2007, cuando se alcanzaron los 386 casos.

Esta evolución también se traduce en las víctimas. No tanto en los fallecimientos, que han oscilado entre 1 y 6 -en el 2007- muertos en un atropello, como en los heridos. El promedio entre el 2011 y el 2015 se situaba en los 245 heridos de diferente consideración, pero el 2016 bajó a 209. Entonces, los peatones fallecidos que se contabilizaron eran de solo uno, y en este 2018, con solo 22 días transcurridos, ya suma 2, y a manos del transporte que menos heridos deja, el tranvía.

Por ello, igual a la hora de poner el foco en el peatón hay que analizar si las medidas a implantar deben buscar corregir una tendencia que la Policía Local lleva tiempo alertando: la falta de atención ha aumentado. Será por el uso del móvil o las distracciones individuales, que a veces dejan en manos del resto de usuarios de la vía pública la seguridad del propio viandante. Aunque de eso no hay datos oficiales por ahora en Zaragoza.

De lo que sí hay es de otras circunstancias que pueden rodear un atropello. Como por ejemplo que el 60% de los arrollamientos se producen en un paso de cebra. Un total de 165 sobre esos 271 del último ejercicio con datos oficiales. De ellos 89 se producen en un paso sin semaforizar, en los que la ley marca que la prioridad siempre es del peatón. Ya son más de la mitad. De hecho solo 43, menos del 25%, se dan porque el peatón se salta un semáforo en rojo. Y otros 33, en torno al 20%, son porque el vehículo se lo salta teniéndolo prohibido al estar en verde para el viandante.

Son despistes también al volante, que igualmente se dan, como los 26 casos que se contabilizan estando el peatón en la acera o los 6 en los que en un giro sin paso de cebra la preferencia era del que iba a pie. Pero en esta categoría hay que encuadrar la falta de atención del viandante que, además, se atreve a cruzar la calzada o las vías del tranvía por una zona sin regular por donde lo tiene prohibido. Suman 74, y son un 27% del total, es decir, uno de cada cuatro casos que, sumados a los 43 en los que el peatón se saltó el semáforo en rojo, se podría decir que en el 43% de los atropellos la culpa es del viandante.

Por último, hay que atender otro factor clave: los tramos de edad. En el último diagnóstico realizado, para la revisión del Plan de Movilidad Sostenible de Zaragoza, se constataba que los peatones mayores de 64 años eran los que decían sentirse más inseguros. Y puede que tengan razón para pensarlo. Las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT) apuntan a que un 65% de los fallecidos en los atropellos en ciudades les ocurre a ellos (y un 39% de los de carretera), los que más. Sin embargo, las charlas informativas, generalmente se dan a escolares.