En Zaragoza el lugar más visitado durante el fin de se semana está siendo la ribera del el Ebro. La capital aragonesa está en vilo ante la llegada de la punta máxima mañana, con caudales entre los 2.200 y 2.300 metros cúbicos por segundo y una altura de hasta 5,70 metros que se mantendrá hasta la Cincomarzada. Pero las afecciones no se han hecho esperar.

El club deportivo Tiro Pichón se inundó tras la rotura de un muro transversal al Ebro. Desde Bomberos explicaron que el interior estaba "prácticamente" cubierto por el río con más de un metro de agua. Una grúa tuvo que retirar tres coches aparcados cerca de las instalaciones.

También por esta zona del barrio Almozara se desalojó a tres personas de la urbanización Doña Sancha por seguridad ya que es muy posible que el agua, debido a su cercanía al río, las inunde.

El agua empezó a filtrarse en varios garajes y anegó parte de las instalaciones deportivas de Helios. De igual modo, el río también afectó al recinto de la Expo, que cada vez se hace más pequeño. El anfiteatro ayer estaba completamente cubierto y las escaleras del mirador habían desaparecido.

Esta zona se convirtió en un auténtico mirador. Pocos se resistieron a inmortalizar este momento. Era el caso de Ricardo Beltrán que se acercó hasta la ribera con su cámara Nikon. "Yo creo que en el 2003 fue peor, por lo menos iba más alto el río, decía". A las 21.00 horas el Ebro alcanzaba por el puente de Piedra los 5,03 metros de altura y 1.922 metros cúbicos por segundo.

ROTURA DE MOTA

La contramota de Monzalbarba no resistió la avenida del río, que pronto comenzó a expandirse por los campos de cultivo. Alcanzó, como ya ocurrió en la primera avenida y como estaba previsto, el centro municipal deportivo y las casas aisladas que fueron desalojadas el jueves. La residencia de mayores, también desalojada, volvió a convertirse en una isla.

Los únicos vecinos que siguen en su casa estuvieron construyendo durante todo el día una pequeña y particular mota para evitar que el agua vuelva a inundar su bodega durante días. En la primera riada convivieron con el agua durante días. También el barrio zaragozano de Alfocea vuelve a estar aislado, como ya ocurrió en la primera avenida ordinaria del año.

El río ha anegado la carretera de acceso, cortada desde la madrugada del viernes. Los bomberos, a modo de taxista, realizan los viajes necesarios para que los residentes entren y salgan del barrio. Ayer se fijaron tres turnos. A las 13.00 horas, a las 16.00 y a las 19.00.