El rodeo de Vaquero

Escribá está utilizando al canterano como central, un puesto inédito en su carrera. Mediocentro de 20 años, a los 13 se fue al Villarreal y no entró en la Ciudad Deportiva hasta juveniles

Alberto Vaquero, en las instalaciones de la Ciudad Deportiva.

Alberto Vaquero, en las instalaciones de la Ciudad Deportiva. / REAL ZARAGOZA

Jorge Oto

Jorge Oto

Incluso el entorno más cercano de Alberto Vaquero frunció el ceño cuando, el pasado miércoles, observó cómo Escribá mandaba al canterano al centro de la defensa en el amistoso entre el primer equipo del Real Zaragoza y el filial en el que el canterano es capitán general desde el mediocentro. Desde que llegó a la Ciudad Deportiva para enrolarse en las filas del División de Honor juvenil, nadie lo había visto en un puesto que volvió a ocupar en el segundo amistoso del verano frente al Teruel disputado el pasado viernes, aunque Carcedo ya amagó hace un año con el experimento. 

Ahora, Escribá ha señalado a Vaquero para ejercer de recurso ante la falta de un central que todavía debe incorporarse a la primera plantilla. Con solo Jair, Francés y Lluís López disponibles, el técnico valenciano ha optado por modificar la posición natural de Vaquero antes de subir a un central del filial. Borge, el multiusos del Deportivo Aragón que puede emplearse en cualquier puesto de la zaga, ejerce de lateral izquierdo junto a Nieto ante la lesión del francés Lecoeuche, que aún no ha participado en un amistoso y que ni siquiera ha viajado a Murcia.

Así que Vaquero, cuyo puesto natural está ya cubierto en el primer equipo con Francho, Marc Aguado, Moya y Grau, da un rodeo para poner sus características al servicio de Escribá, que, de momento, parece satisfecho con una decisión que ha sorprendido a propios y extraños. «Mira que lo conozco desde hace muchos años, pero nunca le había visto jugar allí, aunque creo recordar que Carcedo ya lo utilizó en ese puesto unos minutos de la pasada pretemporada. Sorprende, pero por lo que he visto, no se le da mal. Ha ganado en agresividad defensiva en los últimos años, algo que le faltaba, y tiene buena salida de balón. Siempre ha sido mediocentro defensivo, pero ojalá funcione y le sirva al menos para coger ritmo y experiencia», dice Rafa Gracia, entrenador aragonés que conoce a Vaquero desde que era alevín y que tuvo a sus órdenes al centrocampista del filial durante un par de partidos cuando dirigía al Olivar de División de Honor juvenil.

Más allá de la novedosa situación, Gracia confía en que Vaquero, de 20 años, no vuelva a ser víctima del infortunio, tal y como sucedió hace un año, cuando se lesionó mientras realizaba su primera pretemporada con los mayores. «Sufrió un problema muscular que arrastró durante tiempo. De hecho, no se acabó de recuperar del todo hasta después de Navidad», recuerda el entrenador, que resalta la constancia del jugador del Deportivo Aragón. «Es muy trabajador y un chico muy centrado al que no se le cayeron los anillos por bajar dos categorías cuando no jugaba en el División de Honor cadete del Oliver para ser importante en el Segunda cadete. Se cuida mucho y es muy constante con temas como la alimentación y no prueba el alcohol. Se merece vivir de esto», dice. 

Vaquero, clave para Emilio Larraz, disfruta de su segundo verano con el primer equipo. Futbolero y zaragocista de cuna, el mediocentro, estudiante de Magisterio, se marchó a los 13 años al Villarreal, que lo captó cuando jugaba en el Oliver. Tras un año en la residencia de Miralcamp, regresó al Oliver, paso previo a su llegada al Olivar y posteriormente a la Ciudad Deportiva.