El número de implantes de hígado procedentes de donantes vivos aumentará en España en los próximos años debido a que todavía hay enfermos que fallecen en lista de espera de un trasplante y a la dificultad para conseguir más donaciones hepáticas de fallecidos. Juan Carlos García-Valdecasas, responsable de la unidad de trasplantes hepáticos del Hospital Clínico de Barcelona, prácticamente el único centro donde se realiza esta técnica es España, pronosticó ayer en Zaragoza que este sistema de trasplante supondrá en un futuro hasta un 20% de todos los trasplantes hepáticos frente al 14% actual. El Clínico de Zaragoza aspira a contar con este programa de trasplantes a medio plazo, tal como reconoció el profesor Lozano Mantecón, coordinador del programa de trasplantes hepáticos de dicho hospital y presidente del congreso de Cirugía que reúne estos días a 700 profesionales en Zaragoza. Valdecasas destacó que esta técnica de donante vivo cuenta con buenos resultados, ya que en sólo tres semanas el hígado tanto del donante como del receptor se regeneran casi al completo. "Generalmente se extrae el lóbulo derecho del hígado del donante vivo. Este se queda con un 40% de su masa hepática y al enfermo se le implanta aproximadamente el 60% restante. A las tres semanas, los dos cuentan otra vez con un 90%, gracias a que el hígado tiene una gran capacidad para regenerarse". No obstante, advirtió que se trata de una técnica difícil debido al elevado riesgo de hemorragia del hígado, un órgano muy vascularizado y que cuenta con un peso global de aproximadamente 1.200 gramos. "Es cierto que existe un riesgo para el donante vivo. Y de hecho las cifras oficiales a nivel internacional reconocen cuatro muertes de estos donantes", afirmó. García-Valdecasas apuntó que su equipo ha realizado hasta el momento un total de 14 de estos trasplantes. "Ningún donante ha fallecido aunque sí dos receptores, aunque por otras causas". El equipo que dirige cuenta además con una dilatada experiencia en este campo de los trasplantes ya que hasta el momento ha realizado 900 trasplante hepáticos --de donante muerto--. A este respecto, Lozano Mantecón destacó que el Clínico debe consolidar su trabajo trasplantador antes de poder acometer esta nueva técnica. "Llevamos tres años con el programa hepático y en este tiempo hemos practicado 89 trasplantes, 30 por año". Durante el congreso también se abordó el problema de las infecciones quirúrgicas y la forma de abordar los denominados gérmenes emergentes, cada día más resistentes. Suponen la primera causa directa de mortalidad en las intervenciones.