Los trabajos de vigilancia para localizar al felino que en las últimas semanas ha decapitado a 25 corderos en Villalengua continúan sin dar resultados, al menos positivos. Una bala que tenía como destino dicho animal acabó por error con la vida de un cachorro de perro pastor, precisamente del mismo propietario al que pertenece el establo donde se han producido los continuos ataques.

Durante la noche del martes al miércoles un movimiento en los alrededores del establo alertó a los guardas que se encontraban vigilando la zona, y uno de ellos disparó con su rifle una bala que impactó en el cachorro. El calibre utilizado era el apropiado, según fuentes consultadas, para haber dejado sólo herido a un animal de mayor tamaño, como se considera a tenor de sus huellas que es el felino que anda suelto, pero fue suficiente, sin embargo, para matar al cachorro.

Fuentes cercanas al propietario, aseguraron que se encontraba muy afligido por los hechos. A la pérdida de los corderos tiene que sumar ahora la de su perro, que apenas contaba con unos meses de vida. La semana pasada este periódico fotografió a los dos cachorros del pastor.

La noticia del error corrió rápido por el pequeño municipio de la ribera del Manubles, que desde hace unas semanas sigue con inquietud todo lo relacionado con los trabajos de los técnicos de Medio Ambiente para identificar al felino. "Por una parte nos piden que nos tranquilicemos, que no hay razón para la alarma, y por otra nos enteramos que están utilizando balas para capturarlo", explicaba ayer un vecino.

Por su parte, fuentes de la DGA aseguraron que se está priorizando la captura del animal vivo, sobre todo por si pudiera pertenecer a alguna especie protegida, ya que todavía no ha sido identificado. Para ello, explicaron dichas fuentes, "se han colocado diversas jaulas-trampas con cebo de modo que pueda ser atrapado sin que sufra ningún daño".