La Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza tendrá que dilucidar, tras la vista del recurso de apelación celebrada ayer, si el joven Iván Sánchez Lérida conducía el Opel Omega que, pasada la medianoche del 16 de febrero del 2003, atropelló y causó la muerte del peatón Ricardo Gutiérrez, de 67 años, en Compromiso de Caspe. El conductor de ese automóvil se dio a la fuga y el coche apareció quemado una hora más tarde en el camino del Vado.

Iván Sánchez, que compareció como acusado junto con Miguel Angel Martínez Sanz, manifestó que él no se hallaba al volante del Omega , propiedad de su hermano Isidoro, puesto que se lo habían robado cuando ocurrieron los hechos. Iván y Miguel Angel, que conducía un Audi A3 , se enzarzaron, con un tercer conductor no localizado, en una carrera automovilística por Compromiso de Caspe. Ambos fueron absueltos en primera instancia en un juicio celebrado en enero del 2004.

ASPECTO FISICO Sin embargo, ayer el tribunal oyó un testimonio indirecto que implica a Iván en la muerte del viandante, por la que le piden una pena de 4 años, frente a 2 años y 6 meses para Martínez Sanz.

Dos de los policías locales manifestaron que el mecánico que arreglaba los coches del hermano del acusado les había hecho comentarios comprometedores para el principal procesado.

"El mecánico me dijo que Isidoro le había dicho que, el día del atropello, su hermano Iván conducía el Opel Omega y que le llamó para que fuera a comprar una lata de gasolina ", declaró uno de los agentes. "Hizo esa afirmación, pero se negó rotundamente a firmarla por miedo a la familia Sánchez", aseveró.

El mecánico, que nunca ha ratificado esta versión, volvió a negarla ayer en el juicio oral, el primero que se celebra en Zaragoza para repetir la prueba testifical. "No recuerdo que Isidoro me dijera eso", subrayó ante los magistrados.

Además, la excompañera de Iván aseguró que el día de los hechos éste "estuvo en casa porque tenía una lesión y celebrábamos el primer mes de nuestro hijo". Y el gestor de la familia Sánchez manifestó que Isidoro le había telefoneado para comunicarle el robo del Omega .

Otra prueba contra el principal acusado fueron las declaraciones de un conductor que afirmó haber visto a Iván, media hora antes del atropello, en la plaza de las Tenerías. "Un Opel oscuro en el que viajaban dos personas me cerró el paso y el conductor me provocó", señaló este testigo. "Pude ver su cara y se me quedó grabado que tenía los incisivos superiores muy separados".

Iván, que fue detenido el 25 de febrero, solicitó en la cárcel que le extrajeran los incisivos. Según la acusación, esa intervención refuerza su culpabilidad. El acusado, no obstante, mantuvo que se mandó quitar los dientes porque padecía una enfermedad de las encías.

La acusación aportó también un vídeo, grabado en una gasolinera, en el que presuntamente aparecen los hermanos Sánchez, con el BMW de Isidoro, adquiriendo una lata de combustible para prender fuego al Omega tras el atropello.