Los parques Oliver y Castillo Palomar son escenario desde inicios de enero de una iniciativa piloto de optimización de los sistemas de riego a través de nuevas tecnologías. Se trata de Optimizagua , un proyecto ligado a la Unión Europea y que se desarrolla en diferentes lugares de España, promovido en Zaragoza por las áreas de Medio Ambiente y Parques y Jardines del consistorio. En el tiempo transcurrido, se ha logrado ahorrar hasta un 48% de agua y en próximos meses podría llegarse al 60%, lo que ha levantado ya grandes expectativas por sus futuras aplicaciones prácticas.

"El fin último es que cada gota que se utilice esté justificada", explicó Cesar Romero, coordinador técnico del proyecto y perteneciente a la Fundación San Valero, que colabora en materialización de la iniciativa. Con ese objetivo, el proyecto --puesto en marcha en superficies de una hectárea-- descansa en dos ejes: el aprovechamiento del agua de lluvia y la aplicación de sistemas inteligentes que permiten conocer todos los datos relativos a condiciones atmosféricas o humedad del terreno, con el fin de aconsejar de forma instantánea las prácticas de riego más adecuadas. De esta forma, se consigue por ejemplo que al llegar a un nivel óptimo de humedad el sistema de riego se pare de forma automática o se evita que en días de mucho viento se malgaste el agua.

La financiación del programa en Zaragoza asciende a 180.000 euros, financiado al 50% por la UE y el consistorio. "La idea es extender el proyecto e irlo aplicando paulatinamente a otras zonas, aunque todavía no hablamos de tiempos", señaló la concejala de Medio Ambiente, Lola Campos, quien presentó ayer los primeros resultados del proyecto junto a la presidenta del distrito Oliver, Mar Herrero, y parte del equipo técnico, en el propio parque.