Suficiencia financiera o un papel activo en las reformas de cuestiones claves del país. Son algunas de las reclamaciones que plantearon ayer alcaldes, concejales y secretarios de numerosos municipios de la provincia de Zaragoza, que participaron en una jornada sobre el borrador del Libro Blanco para la Reforma del Gobierno Local.

Hasta 160 cargos locales se dieron cita en la Ciudad Escolar Pignatelli, en Zaragoza, convocados por la Diputación Provincial de Zaragoza, la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias y el Colegio Oficial de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local de la provincia de Zaragoza.

"Fundamentalmente se ha puesto sobre la mesa el tema de la financiación, que es un reto pendiente. De hecho, el borrador del Libro Blanco no recoge nada al respecto. Pero la jornada también ha servido para mostrar la necesidad de que desde los municipios se participe en la reforma de la Constitución y en la del Estatuto de Aragón", dijo ayer el presidente de la DPZ, Javier Lambán.

NUCLEOS RURALES En la jornada se destacó el carácter de los ayuntamientos como tercer pilar del Estado, con competencias directas, pero con un problema pendiente: la financiación. Los participantes expresaron la necesidad de una mayor dotación económica, especialmente para los núcleos rurales, en desventaja frente al peso de las capitales. Recordaron, como ejemplo, que el Estado destina, a través de los Fondos de Compensación Local, una media de 108 euros por persona en localidades rurales, mientras que en la ciudad de Zaragoza asciende a 300,5 euros por persona.

"Los ciudadanos reclaman mejoras en las localidades y no podemos acometerlas por falta de recursos materiales", manifestó Martín Llanas, vicepresidente de la DPZ, quien señaló que la mejora de la dotación económica es un debate difícil, porque supone "un aumento importante de los presupuestos". En opinión de Llanas, "los impuestos son razonables" y lo necesario es "transferir más partidas económicas por parte del Estado para poder invertir".

De "asfixia económica" calificó por su parte el alcalde de Borja, Luis María Garriga, la situación actual de los ayuntamientos. "Son los grandes olvidados", añadió. Como él, otros alcaldes de la provincia denunciaron también las dificultades materiales de los municipios para obtener fondos. "Los alcaldes somos un poco pedigüeños , porque siempre tenemos que ir llorando y pidiendo a las administraciones para lograr más fondos", lamentó María Angeles Ortiz, alcaldesa de Belchite.

Alcalde y concejales abordaron también otras cuestiones, como la necesidad de que los ayuntamientos adquieran un papel en el proceso de reforma de la constitución. Además, se denunció que materias tan importantes para los municipios como el urbanismo sean legisladas desde las comunidades autónomas sin contar con los ayuntamientos. Propusieron también que en la reforma de las bases del régimen local se contemple el aforamiento de los alcaldes, con el objetivo de paliar su desprotección actual.