La Vera Cruz de Caspe y la historia de su Semana Santa son protagonistas del libro que sobre la localidad y su Pasión se presentó ayer en Zaragoza. La CAI ha patrocinado esta obra de la que se han impreso 2.000 ejemplares en tres idiomas y que recoge las peculiaridades de esta tradición en 64 páginas ilustradas.

Y es que, según la alcaldesa de Caspe, Teresa Francín, la Semana Santa de esta localidad, declarada de interés turístico, "está a la altura de la de cualquier ciudad importante de España". En la opinión del concejal de Turismo de la localidad, Manuel Bonastre, "la mezcla de la influencia andaluza y de sus saetas, de la sobriedad castellana y de los tambores del Bajo Aragón" hace de esta Pasión "una de las más especiales".

Todo ello sin olvidar la importancia que en la localidad tiene la Vera Cruz, que contiene uno de los pedazos de mayor tamaño que existen en el mundo del lignum crucis , es decir, la cruz donde fue crucificado Jesucristo. Precisamente, la Semana Santa es una de las pocas ocasiones en las que se puede ver esta reliquia que, habitualmente, está guardada en una caja fuerte.

La edición de la nueva publicación pretende descubrir la Semana Santa de Caspe, que es "la gran desconocida", según Bonastre, y en la que cada año se vuelcan 1.500 cofrades de una localidad de 8.000 habitantes. José Manuel Bel, presidente de la Junta Coordinadora de la Semana Santa de este municipio, se refirió también al fervor que despiertan algunos pasos y a la recuperación, este año, de la figura de los alabarderos en las procesiones. A la presentación del libro asistió también Joaquín Torres, director del área de Instituciones de la CAI, que recalcó el papel de la Semana Santa como elemento "para difundir la cultura de Aragón".