Alrededor de 350 personas realizaron ayer un recorrido por la comarca de Calatayud para evitar que una empresa madrileña valle 561 hectáreas de un terreno por el que discurre el sendero GR-24. "No se puede convertir una zona de protección de aves y un lugar de interés comunitario en un vallado, en el que no está nada claro si traerán reses bravas o será un coto de caza", aseguró Angel Lassa, presidente de la asociación Comunidad de Calatayud, una de las organizadoras de la cita.

A la marcha --que discurrió por Pajares de Calmarza, Calmarza, Banco de la Hoz Seca y el Santuario de la Virgen del Jaraba-- acudieron, entre otras personalidades, el vicepresidente de la Federación Española de Montaña, Modesto Pascau, y el presidente de honor de la Asociación Aragonesa de Montañismo, José Díaz. Además, las reivindicaciones contaron con la presencia de personas de Guadalajara, también afectados por el vallado, ya que el GR-24 se une con el GR-66 de Castilla-La Mancha, y de pueblos de Soria, que verán cortados los caminos por los que se celebran romerías centenarias.

"No cejaremos en el empeño de no perder la identidad del GR-24 y sus alrededores y estaremos vigilantes para conseguirlo", aseguró la asociación Comunidad de Calatayud en un manifiesto, donde también se expresó la intención de continuar con las movilizaciones el próximo mes, si el Instituto de Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) no dicta una resolución favorable.

Desde que el Grupo El Pozo requirió a esta institución los permisos para crear un coto privado de caza de 561 hectáreas se han presentado numerosas alegaciones de instituciones y particulares. Además, casi medio centenar de personas ha dirigido una reclamación al Justicia de Aragón para impedir el vallado de la zona, ya que el coto se asentaría sobre caminos de utilidad pública.