Miles de personas salieron ayer a la calle para disfrutar de un Domingo de Ramos que reservó momentos únicos. La tradición de las palmas o de las más modestas ramas de olivo se dejó ver por las calles de una Zaragoza que celebraba el buen tiempo y salida, por primera vez en esta Semana Santa, de los pasos de las cofradías.

La jornada se convirtió también en un día de estreno por partida doble. El Prendimiento, hermandad ligada al colegio de los Escolapios, se incorporaba al programa del domingo con una nueva procesión dedicada a Los siete dolores de la Virgen que muchas personas se acercaron a descubrir. Por la tarde, la Cofradía de Jesús de la Humildad y de Nuestra Señora del Dulce Nombre hizo sonar por primera vez en la calle la marcha que el compositor castrense Abel Moreno creó recientemente para la Semana Santa zaragozana.

En la recoleta calle doctor Palomar, las notas del Bendita y alabada con el que empieza esta marcha musical se mezclaron con el aroma a incienso, los pétalos arrojados a la Virgen desde los ventanales, cuya salida del convento de las Agustinas de Santa Mónica, por cuya puerta prácticamente no cabe el paso, volvió a ser impresionante.

Los costaleros tuvieron que sacarla andando de rodillas para incorporarse a la procesión que abría el Jesús de la Humildad y que avanzaba lentamente con el baile de las figuras (al estilo andaluz). Sólo el canto de una saetera paraba de vez en cuando la procesión que ofreció otro de sus más bellos momentos en la subida por la cuesta de La Trinidad, en La Magdalena.

Aún allí se veían las palmas que habían inundado por la mañana las calles de todo el Casco Histórico. Disfrutando de una temperatura envidiable y con los 26º que marcaba el termómetro en la plaza del Pilar, muchos se acercaron a ver el arranque de la procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén en la iglesia de San Cayetano.

Procedentes de numerosas parroquias en las que habían asistido a la bendición de los ramos, otros se fueron incorporando a lo largo de un recorrido que discurrió entre Manifestación y el Coso. Y algunos, más espabilados, descubrieron el estupendo mirador que para esta Semana Santa van a suponer las plantas superiores del nuevo centro comercial de Puerta Cinegia.