Uno de los tramos que acumula mayor retraso es el comprendido entre Calamocha y Romanos, una pequeña localidad del Campo de Daroca donde la autovía se aparta de la N-330, buscando la línea recta hacia Zaragoza. Los problemas derivan de que un error de diseño colocó las pilastras de un viaducto sobre la línea de ferrocarril de Zaragoza a Teruel y sobre una pequeña carretera local. Este error de cálculo obligó a retocar el proyecto y creó tensiones entre la empresa concesionaria y el Ministerio de Fomento. Más al sur, pasado Sarrión, se trabaja a marchas forzadas en la construcción de dos viaductos que también se vieron afectados por unos ligeros defectos de diseño. El coste de este tramo, que termina en el límite con la provincia de Castellón, es de 71,58 millones de euros.