Las iniciativas conservacionistas del Gobierno francés supondrán un gravamen para el transporte por carretera entre Aragón y Francia.

Uno de los acuerdos salidos de la Cumbre de Grenelle consiste en la aplicación de una ecotasa para gravar el transporte de mercancías por carretera. Su objetivo es doble. Por una parte, conllevaría un encarecimiento de los costes cuya finalidad es convertir en más atractivo el traslado de los vehículos pesados en trenes. Por otra, permitiría al Estado recaudar fondos directamente asignados a la financiación de proyectos de transporte alternativos. Sin embargo, tendría algunas peculiaridades negativas para Aragón.

La principal es que se verían obligados a pagarla todos los transportistas que cruzaran los Pirineos aragoneses, ya que únicamente quedan eximidas de su aplicación --por motivos legales-- las autopistas. Las únicas conexiones francoespañolas por vía rápida se encuentran en Cataluña y el País Vasco.

Indirectamente, esta ecotasa también puede jugar en contra del proyecto de la Travesía Central del Pirineo, ya que uno de sus efectos posibles es el desvío de los vehículos pesados hacia los pasos situados en los extremos de la cordillera.

Alrededor de medio centenar de camiones procedentes de Aragón cruzan diariamente los pasos fronterizos del Somport, Bielsa y El Portalet, la mayoría de ellos para transportar cereales y maiz.