Alrededor de 5.000 musulmanes acudieron ayer a la Feria de Muestras de Zaragoza para celebrar con oraciones la fiesta del Aid el Adha o sacrificio del cordero, que es una de las principales fechas del calendario islam, a la altura de la semana santa cristina, y que tiene lugar setenta días después del Ramadán.

Los asistentes, la mayoría originarios de países africanos aunque afincados en Zaragoza, fueron llegando poco a poco desde las nueve de la mañana hasta las diez tanto en coches particulares como en autobuses fletados para la ocasión. Conforme entraban en el pabellón 5 de la Feria de Muestras --los hombres lo hacían por una puerta y las mujeres por otra-- se descalzaban para arrodillarse y comenzar la oración. "Es una fecha muy esperada para nosotros", señaló uno de los asistentes.

La fiesta del Aid el Adha es una festividad que conmemora el sacrificio del profeta Abraham a quien Alá, en una prueba de fe le pidió que sacrificara a su hijo y al comprobar que estaba dispuesto a hacerlo le pidió que cambiara a su hijo Ismael por un cordero.

Desde aquel momento, esta fecha se ha convertido para los musulmanes de todos los países en un motivo de oración siempre en dirección a la Meca. Para ellos, esta fiesta es equiparable a la pascua, en la que los cristianos celebran la resurrección de Cristo.

El rito se divide principalmente en dos momentos, el primero está compuesto de oraciones y del sermón, que ayer pronunció el imam Hamdi la Feria de Muestras ante cientos de fieles. Los religiosos se arrodillan mientras el imam repite en árabe "Alabando a Dios, no hay más Dios que uno".

El control veterinario

Posteriormente, los musulmanes abandonaron el recinto ferial para continuar con la parte más festiva, que consiste en el sacrificio del cordero en un ambiente familiar, para comerlo en los días siguientes o dárselo a otros más necesitados.

Esta costumbre se ha visto seriamente afectada por el control veterinario que se debe hacer a los animales, por lo que los sacrificios se llevaron a cabo en los mataderos municipales de la capital aragonesa y los pueblos de alrededor, como en Épila, según explicó Fawaz Nahhas, presidente de la Comunidad Islámica de Zaragoza.

Aunque Nahhas elogió la multiculturalidad de Zaragoza, en la que hay alrededor de 18.000 musulmanes, el presidente de la Comunidad Islámica de Zaragoza también criticó la falta de flexibilidad de las normas y los dirigentes para adaptarse a estas otras realidades.

"Las autoridades no comprenden que hay otras culturas distintas y nos ponen muchas trabas para poder llevarlas a cabo", explicó. En este sentido, añadió que los musulmanes van a celebrar la tradición de todas formas. "Preferimos hacerlo de una forma legal, pero no ponen facilidades", concluyó.

El sacrificio requiere además que se acabe con la vida del animal de una manera especial. Una persona adulta se encarga de degollar con un cuchillo al animal mientras está tumbado por su lado izquierdo y mirando en dirección a la Meca. Con todas estas componendas no todos los mataderos han podido o han querido implicarse en el sacrificio.

Asimismo, al tratarse de un día laboral, muchos musulmanes no han podido coger fiesta durante la mañana para acudir a la Feria de Muestras. "Cuando el cabeza de familia no puede acudir ya no va el resto de los integrantes", explicó Fawaz Nahhas.

Como es tradición, allí las mujeres se colocaron en una zona diferenciada de los hombres, y aunque también se quitaron los zapatos para arrodillarse ante Alá, mantuvieron el velo.