Raúl Gascón asume el cargo de presidente de la asociación de vecinos del Barrio Jesús después de seis años como vicepresidente. Promete continuidad en la línea de acción del distrito, que aspira a conseguir más equipamientos y sobre todo, su inclusión en el Plan Integral del Casco Histórico. Asegura que habría que conseguir más participación vecinal para que las propuestas ciudadanas tuvieran más fuerza.

--¿Cuál va a ser su línea de acción al frente de la asociación?

--Ante todo la continuidad en el trabajo que venimos realizando en los últimos años. El objetivo al que caminamos siempre será el de obtener más equipamientos tanto sanitarios como deportivos y que la zona no se quede estancada. Aunque logres cosas, siempre quieres aspirar a más. En el tema de instalaciones educativas hemos mejorado mucho en los últimos años, así como en el transporte.

--¿Qué peculiaridades presenta el barrio Jesús?

--Nuestro barrio está dividido en dos zonas diferenciadas. Por una parte esta el casco, donde hay gente de mucha edad, con problemas de movilidad y que presenta un tipo de necesidades. Esta zona necesita una revitalización de espacios. Esa que han defendido la mayoría de los partidos políticos en las últimas elecciones. Pero también está llegando gente joven, que tiene hijos y requiere instalaciones para esos niños y otro tipo de equipamientos. Como por ejemplo, espacios verdes, juegos infantiles o zonas deportivas.

--¿Qué hace falta para impulsar al sector para ser un barrio de primera?

--Ante todo ayudas y financiación y eso se consigue solo consiguiendo la incorporación al Plan Integral del Casco Histórico, en el que ya está el Arrabal, por ejemplo. El objetivo prioritario es acceder a las subvenciones del PICH, porque si no, nuestro barrio se va a quedar muy descolgado. Y ahora que empieza una nueva legislatura, es el momento.

--¿Qué ventajas y desventajas tiene el barrio Jesús con respecto a otros?

--En nuestro barrio se vive bien, partiendo de la base de que estamos a cinco minutos de la plaza del Pilar y es una zona tranquila. Pero lo cierto es que somos esa margen izquierda que históricamente se ha quedado olvidada, y eso tiene que cambiar. Hay que conseguir que no existan ese tipo de diferencias por estar a un lado u otro del Ebro.

--¿Cree que se dan las condiciones idóneas para que se produzca este cambio?

--Con el plan de riberas de la Expo ya conseguimos mucho. Esas obras supusieron un impulso muy fuerte y la zona ha cambiado muchísimo. El panorama no tiene nada que ver. Lo que hay que lograr ahora es no perder la estela de ese impulso y completar las mejoras del bario, poniéndonos al nivel de cualquier otro sector.